Pintor holandés. Fue, probablemente, discípulo de Rembrandt, de quien asimiló el gusto por los intensos contrastes de luz, y maestro de Vermeer. Sus obras más representativas son El jilguero, Retrato de un hombre y El centinela
(Roma, 1905 - 1990) Actor, guionista y director de cine italiano. Tuvo que abandonar la escuela a los once años, cuando su padre falleció. Desde muy joven se dedicó a escribir poesía y canciones, actividades le serían muy útiles cuando por fin se inició en el music-hall y en el teatro de variedades en la década de los treinta, antes de comenzar en el cine en 1942.
Se involucró activamente en todos sus proyectos, lo que le llevó a desarrollar labores tanto de actor como de guionista y director. Fabrizi se convirtió pronto en uno de los actores italianos más populares, acoplándose con éxito tanto al drama como a la comedia. No tuvo tanta suerte en el cine estadounidense, donde nunca alcanzó el reconocimiento que obtuvo en su país natal
En Italia sus mejores armas fueron la ironía y el cinismo, unidas a una gran expresividad. Fabrizi se estrenó como actor con la comedia de Mario Bonnard, Avanti cè posto (1942), pero el papel que definitivamente le daría a conocer fue el del sacerdote heroico de Roma, ciudad abierta (1945), dirigida por Roberto Rossellini. Tras la Segunda Guerra Mundial se adscribió a los títulos que se estaban desarrollando dentro de la corriente neorrealista, y dirigió su primera película, Emigrantes (1948).
Uno de sus mejores títulos como actor en la década de los cincuenta fue Vida de perros (1950), que protagonizó junto a Gina Lollobrigida, bajo las órdenes de Mario Monicelli y de Steno, directores que también le tuvieron como protagonista en otro título destacado de la década, Guardias y ladrones (1951), premio al mejor guión en el Festival de Cannes
En la década de los cincuenta Frabrizi protagonizó sus mejores trabajos. Sucedió así (1952), comedia compuesta de varios episodios y dirigida por Alessandro Blasetti, tomó como referencia las historias de varios escritores italianos, como Luigi Pirandello, Renato Fucini o Edmondo de Amico, en una selección llevada a cabo por el propio director y por Suso Cecchi de Amico.
Otros títulos destacados de la década fueron La cárcel de los líos (1955), en donde un guardián de prisiones escribe un diario sobre la vida diaria de los presos y sus circunstancias; Con su permiso, papá (1956), compartiendo cartel con Alberto Sordi; o Los defraudadores (1959), una comedia de enredo dirigida por Steno y coprotagonizada por Totò. Pero los que le proporcionaron más satisfacciones fueron Una hora en su vida (1950), de Blasetti, por la que ganó la Banda de Plata del Sindicato de Periodistas cinematográficos; y El maestro (1957), dirigida por él mismo, y por la que fue nominado al León de Oro del Festival de Venecia
Fabrizi inauguró la década de los sesenta volviendo a trabajar con Totò. Totò, Fabrizi y los jóvenes de hoy (1960) gira en torno a dos futuros consuegros cuya mutua aversión parece acabar definitivamente con el matrimonio de sus hijos. Ese mismo año Fabrizi dejó momentáneamente la comedia para protagonizar un drama bélico bajo las órdenes de Nunnally Johnson. El ángel vestía de rojo (1960) contó con un reparto de lujo, encabezado por Ava Gardner, Dirk Bogarde y Joseph Cotten.
En 1967 Fabrizi participó en otro proyecto estadounidense: Tres mordiscos a la manzana, dirigida por Alvin Ganzer y protagonizada por David McCallum, quien también compone la música del tema principal: “In the Garden Under the Tree”. En los setenta protagonizará sus últimos cinco títulos; entre ellos, un drama, La Tosca (1973), dirigido por Luigi Magni; pero el más conocido será Una mujer y tres hombres (1974), dirigida por Ettore Scola, y con guion del propio director, Agenore Incrocci y Furio Scarpelli, y en la que se retrata la historia de cuatro amigos que sufren los devaneos políticos y económicos de la postguerra en Italia.
La película ganó el César al mejor film extranjero, y Aldo Fabrizi obtuvo la Banda de Plata al mejor actor secundario, concedida por el Sindicato Nacional Italiano de Periodistas Cinematográficos. Protagonizó su última película, El ginecólogo de la mutua, en 1977. En sus últimos años, Fabrizi se dedicó a la cocina, publicando varios manuales culinarios, así como algunos libros de poesía