Escritor y periodista francés. Como experto en política internacional, hizo su carrera periodística en la casa editora de Le Monde desde 1951. Publicó El nuevo mundo (1960), La revolución cubana (1962), El Canadá, última posibilidad para Europa (1968), El suicidio de las democracias (1972) y El deber de ser irrespetuoso (1979)
(Julio Antonio Rodríguez Hernández; Mora de Ebro, 1889 - Madrid, 1919) Escultor español. Su interés por la escultura le llevó a visitar el taller de Luis Vinyes Viñales, su primer maestro. Se trasladó con su familia a Tarragona en 1896, donde inició sus estudios artísticos de la mano del maestro Pedrol, al que conoció en el Ateneo Obrero Tarraconense. Posteriormente, se trasladó a Barcelona, donde estudió en el taller de imaginería de Felix Ferrer, trabajo que compaginó con la colaboración en un taller de decoración.
Su primera obra notable fue el busto de Juan de la Cierva, entre 1903 y 1905, durante su estancia en Murcia. Adquirió notable éxito con su obra Flores malsanas (1905), grupo escultórico que realizó en Almadén, donde se trasladó en compañía de su tío. Aprovechó su estancia para realizar multitud de dibujos, sobre todo de niños, como los que se conservan en el Museo de Arte Moderno de Tarragona.
Minera de Puertollano (1909), de Julio Antonio
En 1907 se inició su período madrileño, que se caracterizó por su amistad con Eugenio Noel, Ramón Gómez de la Serna, Valle Inclán, Julio Romero de Torres y Ramón Pérez de Ayala. Tras su paso por el Círculo de Bellas Artes y el taller del maestro Blay, compartió estudio con Miguel Viladrich. De esta época son sus dibujos y pasteles, en los que se recrea en la figuras populares, como en su bronce María la gitana. En 1908 expuso numerosos dibujos realizados al carboncillo y a la sanguina, así como un busto y un relieve en el Ateneo Obrero Tarraconense.
Con una beca de la Diputación viajó a Italia y Francia. Realizó entonces sus obras Minero de Almadén, El ventero de Peñalsordo, Minero de Puertollano, Rosa María, Mujer de Castilla, Darío, Piedad y su Autorretrato. El 9 de abril de 1911 se le encargó por unanimidad en concurso convocado por el Ayuntamiento de Tarragona para realizar su monumento a los Héroes.
Hasta 1919, año de su muerte, su producción fue extensa, tanto de bustos, que en su conjunto fueron denominados Bustos de la raza, como de monumentos. Ejemplos de éstos son el monumento a Goya (Fuendetodos), a Ruperto Chapí (Madrid) o una de sus últimas obras, el Mausoleo Lemonier. Esta obra fue concluida en 1918 y se expuso al año siguiente en la Biblioteca Nacional de Madrid, con gran éxito