Empresario, político y colonizador inglés de Sudáfrica . Hijo de un pastor protestante, emigró a la colonia británica de Sudáfrica en 1870 para trabajar en la fábrica algodonera de su hermano. Un año después la abandonó para explotar minas de diamantes, y tuvo tal éxito que acabó haciéndose con todas las minas de Kimberley y De Beers hacia 1888. Junto con un grupo de socios fundó la compañía De Beers, que hacia 1890 controlaba el 90 por 100 de la producción mundial de diamantes y que ha perdurado hasta nuestros días (mejorando incluso aquella posición de monopolio). Completó el negocio adquiriendo participaciones importantes en la minería del oro del Transvaal en 1887
Rhodes tenía una concepción mística del imperialismo, que trató de hacer realidad participando activamente en política. Se debe en gran parte a él la concepción del eje El Cabo-El Cairo, que durante mucho tiempo inspiró la política colonial británica y que acabó haciéndose realidad a costa de las aspiraciones portuguesas, francesas y alemanas en África.
Trabajó al servicio de ese ideal desde los múltiples puestos políticos que ocupó como parlamentario de la colonia de El Cabo (1881), miembro de varias comisiones de límites y primer ministro de El Cabo (1890-96). Impulsó una conflictiva política de penetración británica hacia el norte, desafiando los deseos de independencia de los colonos bóers (de origen holandés) del Transvaal y frustrando las aspiraciones expansionistas de la colonia alemana del África del Suroeste (Namibia).
En 1884 consiguió la anexión británica de Bechuanalandia (Botswana), abriendo la ruta hacia el norte. Engañó al rey de los matabeles, Lobengula, haciéndole firmar un tratado por el que concedía a Gran Bretaña un extenso territorio, en el que Rhodes fundó las colonias de Rhodesia (actuales repúblicas de Zimbabwe y Zambia) y Nyasaland (actual Malawi); desde 1890 empezaron a asentarse allí colonos blancos.
En aquel mismo año llegó Rhodes al poder como primer ministro de El Cabo. Trató de fomentar la reconciliación de los bóers con los colonos británicos en una única Sudáfrica bajo dominio colonial británico. Pero la resistencia de los bóers del Transvaal, encabezados por Paul Kruger, frustró aquel proyecto; después de múltiples conflictos, Rhodes apadrinó una expedición militar contra Kruger en apoyo de los uitlanders (colonos extranjeros del Transvaal, en su mayoría británicos): el raid de Jameson de 1895 fue un fracaso y acabó forzando la dimisión de Rhodes en 1896, además de agravar las tensiones que conducirían a la Guerra de los Bóers de 1899-1902.
Por entonces, múltiples obstáculos se habían alzado ya contra el sueño imperial de una gran Sudáfrica británica: en 1889 los alemanes habían obtenido una franja de territorio que impedía la expansión hacia el norte de Bechuanalandia (la franja Von Caprivi); en 1890 Leopoldo II de Bélgica había extendido su colonia del Congo con el dominio de la rica región minera de Katanga; y el acuerdo anglo-portugués de 1891 había consolidado la presencia portuguesa en Angola y Mozambique.
Otros proyectos suyos, como el de restablecer el control de Gran Bretaña sobre sus ex colonias norteamericanas, eran demasiado audaces para ser tomados en serio. Al morir dejó un gran legado para otorgar las llamadas Becas Rhodes, que permitieran estudiar en la Universidad de Oxford a estudiantes del Imperio británico, Estados Unidos y Alemania
(Mount Hope, Virginia Occidental, 1939) Bailarín estadounidense. Incorporado al Robert Joffre Ballet desde 1960, creó ballets de G. Arpino (Partita for four, 1961; Incubus, 1962) y de B. Macdonald (Time out of mind, 1962). Tras unirse al Harkness Ballet en 1964, del que fue director artístico (1968-1970), creó con L. Isaksen After eden (1966) y Sebastian. Director artístico asociado al Milwaukee Ballet (1974), continuó a partir de 1976 su carrera en solitario