Rey visigodo (396-410). En su juventud luchó al lado de los romanos, a las órdenes del emperador Teodosio, pero a la muerte de éste decidió actuar por cuenta propia. En el año 396 arrasó Grecia y amenazó Constantinopla, pero, atacado por Estilicón, general romano de origen vándalo que servía a Honorio, emperador de Occidente, se vio forzado a replegarse. En el 400 marchó sobre Italia, para ser detenido, de nuevo, por Estilicón, quien lo derrotó en Pollentia y Verona, y lo forzó a retirarse a Iliria (403). Tras la ejecución de Estilicón (407) ordenada por Honorio, el ejército del romano se disgregó, y Alarico pudo avanzar sin oposición por Italia. En el 410 puso sitio a Roma, esperando alcanzar un acuerdo con Honorio que permitiese a los visigodos establecerse dentro de las fronteras del imperio. Honorio se negó a negociar y Alarico, enfurecido, ordenó asaltar la Ciudad Eterna. Roma fue tomada y saqueada, hechos que provocaron una terrible impresión en el imperio. A continuación, intentó pasar a África, con la intención de instalarse allí, pero un temporal se lo impidió, muriendo a causa de las fiebres pocos días después
Rey de los visigodos, último del reino de Tolosa (?, ? - Vocladum, Poitiers, 507). Sucedió a su padre, Eurico, en el 484. Durante su reinado favoreció a los arrianos, lo cual le distanció de las masas católicas romanas; por contra, intentó atraerse a la población autóctona con medidas como la promulgación de un código legal de inspiración romana (el Breviario de Alarico). Pero el fracaso de su reinado vino determinado por la debilidad frente al reino franco de los merovingios: ya en el 486 le entregó al rey franco Clodoveo a su oponente Siagrio, que, vencido en Soissons, había buscado la protección de Alarico.
Sólo la mediación del rey ostrogodo Teodorico frenó el avance franco hacia el sur (Conferencia de Amboise, 502). Pero tras la conversión de Clodoveo al catolicismo, éste se convirtió en campeón de la lucha contra el arrianismo que profesaban los restantes reyes germánicos; bajo el pretexto del conflicto religioso, Clodoveo venció y dio muerte a Alarico en la batalla de Vocladum (Vouillé, cerca de Poitiers).
Tras aquella derrota, los visigodos hubieron de replegarse al sur de los Pirineos, abandonando los territorios que poseían en la antigua Galia (a excepción de la franja costera de Septimania, que conservaron gracias a la intervención de Teodorico); en realidad, las continuas luchas en Aquitania habían provocado ya la emigración masiva de los visigodos hacia Hispania