Poeta catalán. Después de estudiar Derecho en Barcelona, pasó el resto de su vida en su ciudad natal. Empezó colaborando en la revista "Museo Balear" y publicó algunos volúmenes de poesía en castellano, que fue su exclusiva lengua literaria en su primera época: Poesías (1887), Nuevas poesías (1892), Poemas y Armonías (1894) y Meteoros, Poemas, Apólogos y Cuentos (1901). Se trata de composiciones de una noble dignidad formal, pero que hoy día han quedado prácticamente olvidadas.
En 1909, fecha en la que fue proclamado "Mestre en Gai Saber", publicó su primer libro en lengua catalana: Cap al tard (Atardecer), al que siguió en 1918 Poemes bíblics (Poemas bíblicos). Estos dos libros, publicados a diez años de distancia, y algunas poesías sueltas también en catalán aparecidas en "Museo Balear" o incluidas en algún volumen en castellano, consagraron a Alcover como el principal exponente (junto a Costa i Llobera) de la escuela mallorquina.
Su poesía, dentro de una forma de ponderación clásica y una equilibrada serenidad, denota a veces un emotivo intimismo dolorido y un suave tono elegíaco. Las Obres completes (Obras completas) de Alcover aparecieron en Barcelona el año 1951
(Antoni Maria Alcover i Sureda; Manacor, 1862 - Palma de Mallorca, 1932) Filólogo y eclesiástico catalán. Tras ordenarse sacerdote en 1886, desempeñó diversos cargos eclesiásticos. En 1896 editó el primer volumen del Aplec de rondaies mallorquines d´En Jordi des Recó, primera entrega de una obra de proporciones colosales que se ha mantenido hasta hoy como una de las más importantes recolecciones de cuentos populares hispánicos. Antes, en 1885, había publicado las Contarelles d´En Jordi des Recó, que conocieron una reedición corregida y renovada en 1915. Posteriormente publicaría la gigantesca y definitiva serie Aplec de Rondaies Mallorquines d´En Jordi des Recó. Edició definitiva en 24 volúmenes (1936-1972), que reúne 427 narraciones folklóricas y cuya publicación fue terminada, a la muerte de Alcover, por su colaborador Francesc de Borja Moll.
Pese a sus hábitos de autocensura y sus prejuicios morales y religiosos, la serie es una de las más importantes para el conocimiento de la cuentística tradicional hispánica. El interés de Alcover por la tradición oral le llevó a ocuparse también de los estudios léxicos y a comenzar un monumental Diccionari català- valencià-balear en diez volúmenes (1931-1962), en los que colaboraron miles de corresponsales y que fue también concluido por su discípulo Francesc de Borja Moll. El Diccionari no es sólo una obra fundamental de la lexicografía catalana sino también de la etnografía, por su atención a las voces relacionadas con la cultura popular