Pintor y muralista mexicano. Activo políticamente desde muy joven, interrumpió sus estudios de arte para alistarse en el ejército de Venustiano Carranza. Al finalizar el conflicto, se trasladó a Europa para continuar sus estudios.
Tras su regreso a México en 1922 participó en la elaboración de los murales de la Escuela Nacional Preparatoria. Durante toda su vida viajó por varios países, sobre todo Estados Unidos, Rusia, Argentina y Chile, a veces por motivos profesionales y otras por motivos políticos. Estuvo dos veces en la cárcel en México, la primera en 1930 y la segunda en los años sesenta.
Siqueiros fue, junto con Rivera y Orozco, uno de los padres de la escuela muralista mexicana. Al igual que ellos, compartió su fervor por la revolución y la exaltación del pasado precolombino, siempre desde un enfoque nacionalista y marxista, que plasmó en un arte de dimensiones monumentales y gran fuerza dramática.
Buena muestra de sus frescos está expuesta en el Sindicato de Electricistas y en el Palacio de Bellas Artes de México, en la ciudad de Chillán (en Chile) y en la Chouinard School of Art de Los Ángeles. Dos de sus títulos más conocidos son Proceso al fascismo (1939) y Muerte al invasor (1940), este último dedicado a la conquista de América.
Su obra se caracteriza por el dinamismo y la movilidad compositiva, así como por una búsqueda de efectos dramáticos mediante el uso de la luz y el tratamiento escultural de las figuras y los fondos. Contiene, además, una fuerte componente didáctica, capaz de reunir pintura, escultura y arquitectura en pos de una nueva dimensión artística cuyo punto de partida es la realidad. Su anhelo por conseguir una reciprocidad entre las diferentes técnicas pictóricas y la más moderna tecnología, le llevó a crear un taller experimental de arte en Nueva York
(Valencia, 1929) Pintor y escultor español. Tras sus inicios como pintor, su actividad escultórica, basada en una constante experimentación formal, se ha orientado hacia la «geometría del espacio», basada en la intersección de líneas y de volúmenes: La voz de un pueblo, 1965; Buenos días, libertad, 1975; Catalan Power, 1976; Milenario, 1991. Sus obras muestran la influencia de las dos grandes corrientes de la plástica contemporánea, el constructivismo y el realismo. En 1981 obtuvo el Premio Nacional de Escultura. En 1996 ha realizó las exposiciones individuales Andreu Alfaro: Espacio Público, en la Sala de Exposiciones del CAM en Alicante; Alfaro: Eros, en la Sala Parpalló en Valencia, y una muestra en la Art Gallery de Munich