Político chileno, líder del Partido Socialista, del que también fue cofundador en 1933. Fue presidente de Chile desde 1970 hasta el golpe de estado dirigido por el general Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973, día en que falleció en el Palacio de la Moneda, que fue bombardeado por los golpistas
Salvador Allende perteneció a una familia de clase media acomodada. Estudió medicina y, ya desde su época de estudiante universitario, formó parte de grupos de tendencia izquierdista. Más tarde, alternó su dedicación a la política con el ejercicio profesional. Participó en la elección parlamentaria de 1937, y salió elegido diputado por Valparaíso. Fue ministro de sanidad del gabinete de Pedro Aguirre Cerdá entre 1939 y 1942. A partir de entonces se convirtió en líder indiscutible del partido socialista
Salvador Allende
En 1952, 1958 y 1962 se presentó a las elecciones presidenciales. En la primera ocasión fue temporalmente expulsado del partido por aceptar el apoyo de los comunistas, que habían sido ilegalizados, y quedó en cuarto lugar. En 1958, con el apoyo socialista y comunista, quedó en segundo lugar tras Jorge Alessandri.
En 1964 fue derrotado por Eduardo Frei Montalba, que propugnaba un programa de "revolución en libertad", cuyos puntos sustantivos eran la reforma agraria, el establecimiento de un programa destinado a incrementar la participación de la ciudadanía, la chilenización del cobre (es decir, el control por el estado de los beneficios de su explotación) y la realización de una reforma educacional. La candidatura de Allende, que encabezaba el FRAP, conformado por la alianza de socialistas y comunistas, sólo suponía diferencias de ritmo y envergadura. El FRAP proponía nacionalizar la totalidad de las empresas cupríferas, transformándolas en propiedad social por medio del Estado, y una reforma agraria de mayor alcance
El resultado de las elecciones presidenciales del 4 de septiembre de 1964 fue claro y definitivo. Eduardo Frei obtuvo el 56,9% de los votos, en tanto que Salvador Allende lograba el 38,93% del total. La "revolución en libertad" estaba concebida como un intento de modificar las estructuras fundamentales del país, pero en un marco de democracia y respeto al orden institucional. Las críticas que desde un comienzo surgieron hacia el gobierno de Frei tuvieron su origen en la naturaleza de las medidas a tomar. Para la derecha, las transformaciones propuestas tenían un repudiable carácter socialista. Para la izquierda, eran sólo intentos reformistas, condenados al fracaso por su propia banalidad.
En paralelo con el avance de importantes medidas sociales, el panorama político durante el gobierno de Frei Montalva fue de aumento de la polarización, incluso en el interior del Partido Democratacristiano, que sufrió importantes divisiones, así como el desligamiento de sectores de su juventud hacia posturas más vinculadas a la izquierda. Por fin, las elecciones parlamentarias de 1969 mostraron la nueva situación política del país, en tanto sus resultados apuntaron a perfilar tercios irreconciliables, en gran medida debido a la disminución del apoyo al centro político y el fortalecimiento de las opciones de izquierda y de derecha
Esta situación se reflejaría con mayor claridad en las elecciones presidenciales de 1970, marcadas por el enfrentamiento de proyectos de sociedad antagónicos e imposibles de conciliar. En ellas resultó victoriosa la alianza de comunistas, socialistas, sectores del radicalismo y el MAPU en la llamada Unidad Popular, que estaba encabezada por Allende, con el 36, 3 % de los sufragios. El estrecho margen de diferencia con los votos recibidos por los otros dos candidatos, Jorge Alessandri por la derecha y Radomiro Tomic por la Democracia Cristiana, obligó a que la elección de Allende fuera ratificada por el congreso, en el que se enfrentó a una fuerte oposición. Por fin, el 24 de octubre de 1970, tras lograr el apoyo del Partido Demócrata Cristiano con la firma de un Estatuto de Garantías Democráticas que se incorporaría al texto constitucional, Salvador Allende fue proclamado presidente
Desde la fecha de comienzo del mandato (el 3 de noviembre), las dificultades que el nuevo gobierno debió enfrentar fueron inmensas. Ya antes de la asunción presidencial se realizaron intentos por abortar el proceso, el más grave de los cuales terminó con el asesinato por parte de un comando de ultraderecha apoyado por la CIA del Comandante en Jefe del Ejército, general René Schneider, que era un decidido partidario de la subordinación del poder militar al civil.
A pesar de ello, la Unidad Popular, una vez en el gobierno, emprendió la realización de su plan de acción, el cual ponía énfasis en la profundización de las medidas reformistas iniciadas por la administración anterior. Así, se amplió el volumen de tierras expropiadas y se inició la socialización de importantes empresas hasta entonces en manos privadas, las cuales pasaron a ser dirigidas por cooperativas de trabajadores asesorados por funcionarios proclives al Gobierno. Además, se concretó la nacionalización del cobre, sin pago de indemnizaciones a las empresas norteamericanas, lo cual significó el enfrentamiento con los Estados Unidos, quienes a partir de ese momento apoyaron abiertamente a los grupos opositores al gobierno socialista
Esta oposición se estructuró en distintos frentes; en lo político, en un parlamento en el cual representantes de derecha y democratacristianos actuaban unidos; en el plano de lo ilegal, en los grupos de carácter terrorista que dinamitaron torres de alta tensión y líneas férreas. A pesar de esta rígida oposición, el Gobierno de Allende contó con un apoyo importante por parte de la ciudadanía, en particular de los sectores populares, que se veían directamente beneficiados. En efecto, el Estado subsidiaba gran parte de los servicios básicos, además de apoyar a organizaciones de trabajadores, campesinos y pobladores urbanos en sus demandas de participación.
Este apoyo a la presidencia de Allende se demostraría claramente en las elecciones parlamentarias de 1971 y las municipales de 1973, en las cuales los partidos de la Unidad Popular crecieron en número de votos. Junto con ello, el discurso político de los partidos de izquierda fue adquiriendo tintes cada vez más radicales, en tanto que el enfrentamiento abierto con los grupos opositores se hacía realidad en las calles e indicaba una situación de lucha de clases a sus ojos inevitable.
Acciones de grupos como el MIR y sectores del Partido Socialista venían a confirmar este diagnóstico, al considerar urgente la creación y el fortalecimiento de instancias de "Poder Popular" que fueran alternativas a los estrechos marcos que la institucionalidad prefijaba para una posible construcción de una sociedad socialista. Este intento, conocido como la "Vía chilena al socialismo", conoció el interés y el apoyo de sectores de todo el mundo, en particular desde el Bloque Soviético, Cuba y los Países No Alineados, lo que se traducía en el envío de ayuda material y asesores industriales
A pesar de todo ello, una serie de problemas vinieron a polarizar aún más a la sociedad chilena bajo la presidencia de Allende, en gran medida debido a causas económicas. La inflación se hizo incontrolable, ya que las alzas salariales y los gastos del Estado fueron financiados con emisión de circulante sin base de sustentación en la producción, la cual se vio disminuida y contraída como consecuencia del bloqueo iniciado por los Estados Unidos y el permanente conflicto que vivían muchas empresas, en virtual paralización permanente por la falta de recursos. A ello se agregaban problemas de distribución de alimentos y bienes, lo que hacía difíciles las condiciones de vida del común de la población.
Este clima de desabastecimiento y crisis, azuzado por los distintos sectores políticos, se tradujo en numerosas movilizaciones a favor y en contra del gobierno de Allende, la más importante de las cuales fue la paralización del yacimiento de cobre de El Teniente, junto a la huelga de los gremios de transportistas, que prácticamente inmovilizó el traslado de bienes de un punto a otro del país. A ello se sumaban conflictos en la universidad y en los colegios profesionales (médicos y profesores fundamentalmente), que dibujaban una división profunda en todos los ámbitos de la vida nacional
Ante tal situación, el presidente decidió tomar, ya en 1973, medidas que sirvieran como vehículos de diálogo y negociación con la oposición democratacristiana, tales como el ingreso de importantes figuras militares al gabinete, representadas por el Comandante en Jefe, general Carlos Prats, y la oferta de realizar un plebiscito para consultar a la ciudadanía en torno a la continuidad del régimen o la convocatoria a nuevas elecciones. A estas medidas siguió un endurecimiento en las posiciones más radicales de la izquierda, que proponían al Primer Mandatario el cierre del Congreso y la utilización de Facultades Extraordinarias para gobernar.
Pese al bombardeo del Palacio de la Moneda por los golpistas, Allende se negó a entregar el poder
La derecha y algunos sectores de la Democracia Cristiana consideraron la situación insoluble, por lo que decidieron, de forma más o menos abierta, recurrir al recurso del golpe de estado militar contra el presidente Allende. En junio de 1973 hubo un primer intento de golpe, conocido como "El Tancazo": un regimiento de blindados de la capital se alzó contra el gobierno, pero las fuerzas leales, encabezadas por Prats, lograron dominar la situación.
Finalmente, el 11 de septiembre de 1973, el general Augusto Pinochet encabezó un golpe militar, durante el cual bombardeó el palacio de la Moneda, sede del gobierno. El presidente Allende rechazó las exigencias de rendición y murió en el palacio presidencial. En 1990 su cuerpo fue exhumado de la tumba anónima en la que se hallaba, y recibió en Santiago un enterramiento formal y público
(Manuel Allendesalazar y Muñoz; Guernica, 1856 - Madrid, 1923) Político español. Militante del partido Constitucional Conservador, fue en dos ocasiones presidente del Consejo de Ministros, además de desempeñar sucesivamente casi todas las carteras ministeriales. Fue además, senador, diputado, presidente del Senado y alcalde de Madrid
Hijo menor del tercer conde de Montefuerte, gentilhombre de la reina Isabel II, y de doña Ángela Muñoz, octava señora de la villa de Villanueva de Tapias, Manuel Allendesalazar perteneció a una vetusta familia vizcaina que durante las guerras carlistas tomó partido por los isabelinos. Durante su niñez pasó los inviernos en Granada, en la casa solariega materna de los Muñoz de Salazar, y los veranos en Vizcaya, residiendo largas temporadas en la casa "Alegría" de Guernica. Cursó sus estudios de bachillerato como interno en un colegio anejo al Instituto Vizcaino, financiado por la Diputación Foral de Vizcaya, al que asistían los hijos de las principales familias aristocráticas de toda la cornisa cantábrica
Manuel Allendesalazar
Monárquico convencido, Allendesalazar participó a los dieciocho años de las celebraciones que tuvieron lugar en Madrid con motivo de la proclamación como rey en Sagunto de Alfonso XII (28 de diciembre de 1874). Hizo el preparatorio de Derecho en la Universidad de Oñate; continuó con la carrera de ingeniero agrónomo y cuando estuvo cerca de terminarla comenzó estudios de Derecho en la Universidad de Madrid, donde alcanzó la licenciatura en Derecho Administrativo. En 1877 terminó la carrera de ingeniero agrónomo y obtuvo la plaza de ayudante de profesor interino; dos años después se le concedió la cátedra de Legislación, Economía y Contabilidad Agraria; en 1880 ganó por oposición la cátedra de Legislación y Formación de Proyectos, que conservó durante cuarenta años
En 1882 Manuel Allendesalazar contrajo matrimonio con doña María de los Ángeles Bernar y Llacer, hija de los condes de Bernar. El matrimonio se estableció en Madrid, en la casa que la familia Bernar poseía en el número 38 de la Carrera de San Jerónimo y que heredarían conjuntamente don Manuel y doña María de los Ángeles a la muerte de la condesa de Bernar en 1900. Fruto de su matrimonio nacieron doña Concepción (1883), don Fernando (1884), don Andrés (1886), doña Emilia (1889) y don Ramón (1894).
Comenzó su carrera política militando en el Partido Constitucional Conservador como candidato a Cortes por la circunscripción de Marquina (Vizcaya). Juró su cargo como diputado el 9 de junio de 1884 y pronto se mostró su predilección a ocuparse de los asuntos económicos, agrarios y hacendísticos. Fiel seguidor y colaborador de la doctrina de don Antonio Cánovas del Castillo, Allendesalazar era partidario de la Constitución de 1876 y fijó sus esfuerzos en conseguir una mejora de la Administración a través de las oportunas medidas políticas
A la muerte de Alfonso XII (1885) y después de la firma del Pacto del Pardo, Manuel Allendesalazar siguió participando en la vida política: el 4 de abril de 1886 fue elegido de nuevo diputado por Marquina, aunque esta vez formando parte de la oposición al gobierno de Mateo Práxedes Sagasta. El relevo conservador tuvo lugar en 1890 y Cánovas del Castillo nombró a Allendesalazar ministro de Hacienda en el Ministerio de Ultramar, cargo que el político recibió el 14 de julio de 1890 y del que dimitió el 6 de marzo del año siguiente.
Volvió a ser elegido diputado por Marquina (1891), pero al poco se produjo una escisión en el seno del Partido Conservador y Allendesalazar tomó el partido del disidente, Francisco Silvela, que se había separado de Cánovas, considerando que el partido se debilitaba por la incorporación de grupos que lo desacreditaban, especialmente el encabezado por Romero Robledo. Allendesalazar retiró su candidatura para Cortes por Marquina en las siguientes elecciones y rechazó la oferta de presentarse como senador electivo por la provincia de Vizcaya.
Entre 1889 y 1896 siguió desempeñando su cátedra en la Escuela de Agricultura y pasó los veranos en Guernica, donde se hizo edificar una casa rodeada de jardines próxima a la de sus padres. Pero en 1897, después del asesinato de Cánovas del Castillo, Allendesalazar pasó a formar parte de la Unión Conservadora, en la que se integraron el grueso de las fuerzas del partido canovista y gran parte de los seguidores de Francisco Silvela. Obtuvo el cargo de senador por la provincia de Lérida, que mantuvo hasta que varias legislaturas más tarde fue nombrado senador vitalicio (2 de mayo de 1900). Su intervencion fue consatante en las comisiones senatoriales.
En el gobierno de Silvela, Allendesalazar desempeñó destacados puestos políticos: en 1899 rechazó el cargo de director general de la Deuda, pero aquel mismo año recibió el de secretario de la Comisión de Presupuesto del Senado. Un año después fue elegido alcalde de Madrid, cargo desde el que trató de llevar a la práctica las doctrinas de Silvela: durante su ejercicio realzó el crédito con varios empréstitos, renovó el cupo del arriendo del impuesto de consumos, reorganizó los servicios municipales y tomó medidas para mejorar el ambiente de las calles. Pero su alcaldía fue breve, ya que tuvo que asumir la cartera de Hacienda ante la dimisión de don Raimundo Fernández Villaverde. Allendesalazar fue sucedido en la alcaldía de Madrid por don Mariano Fernández de Henestrosa
El nombramiento de Allendesalazar como ministro de Hacienda (6 de junio de 1900) había sido planeado por su antecesor, que vio en él la mejor persona para que llevase a término sus proyectos. Concluyó el presupuesto de Villaverde con un superávit de 23 millones, cosa insólita hasta la fecha, y preparó el presupuesto para 1901, en el que continuó la obra del saneamiento financiero del país. En el desarrollo de sus planes encontró la oposición de la clase mercantil española
El 17 de mayo de 1902 Alfonso XIII juró la Constitución y Allendesalazar pasó a ocupar la cartera de Instrucción Pública, retornando la de Hacienda a Fernández Villaverde, ambos adheridos al gobierno conservador que aquel mismo año habían formado Silvela y Maura. Proyectó una reforma de la enseñanza, que tendía a dar validez a los estudios independientemente de dónde se hubierna realizado. Pero su proyecto no llegó a convertirse en ley, ante la enconada oposición de los liberales. Tras la dimisión de Silvela y la formación del gobierno de Villaverde, Alllendesalazar rechazó ocupar ninguna cartera ministerial y se dedicó en pleno a sus labores en el Senado
Pero el gobierno de Villaverde fue efímero, y con el ascenso de Maura (diciembre de 1903) volvió Allendesalazar a detentar una cartera: la de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas. Durante esta etapa, muchos de sus proyectos fueron convertidos en ley. Entre ellos cabe destacar los de los caminos vecinales, ferrocarrilies secundarios, tribunales industriales y riegos. Consiguió además una comisión permanente de Obras Públicas, lo cual era una novedad, ya que hasta entonces no había comisiones permanentes y se nombraba una para cada proyecto o proposición de ley.
Mantuvo una fuerte lucha contra las llamadas "carreteras parlamentarias", que se construían fuera del plan nacional de carreteras, sirviendo a intereses individuales y ofrecidas por algún determinado candidato durante su campaña electoral para ganar votos; luego estas carreteras quedaban fuera del plan nacional y su conservación se hacía imposible. También actuó Allendesalazar como segundo jefe de los Asuntos Exteriores, dada la avanzada edad de su titular, don Faustino Rodríguez San Pedro, y acompañó a Alfonso XIII en su viaje a Portugal y durante la corte veraniega en San Sebastián.
A mediados de marzo de 1904, acompañó al rey a su entrevista, celebrada en Vigo, con el Kaiser Guillermo II, emperador de Alemania, a propósito del tema de Marruecos. Durante el verano de aquel año también desempeñó, de forma interina, la cartera de Gobernación, durante el descanso de don José Sánchez Guerra. Poco después asumió la cartera como titular tras la dimisión de Sánchez Guerra y fue sustituido a su vez en el ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas por el marqués de Figueroa.
Tras la caida del gobierno de Maura y la constitución de ministerio puente presidido por Azcárraga, Allendesalazar se negó a participar en el nuevo gobierno y volvió a abandonar la vida política, a pesar de las insistentes peticiones del nuevo presidente del Consejo, y aunque se negó a detentar ninguna cartera, su formación como economista le hacía la persona propicia para ser el nuevo gobernador del Banco de España
Al corto gobierno de Azcárraga siguió otro igualmente breve, presidido por Fernández Villaverde; su sonado fracaso parlamentario consolidó la figura de Maura al frente de los conservadores. Durante los veinte meses que duraron los gobiernos liberales, Allendesalazar desarrolló una intensa labor en el Senado, ocupándose de temas como el Consejo de Agricultra, los servicios de sanidad y la reforma de algunos artículos del Código Penal. En enero de 1907 los liberales cayeron del poder y Alfonso XIII ordenó a don Antonio Maura que formase gobierno
En el gobierno de Maura, llamado del "gran trienio" (1907-1909), Manuel Allendesalazar desempeñó la cartera de Estado. Juró su cargo el 25 de marzo de 1907 y un mes después acompañó al rey Alfonso XIII a Cartagena, para estar presente en la entrevista del monarca con Eduardo VII de Gran Bretaña, para tratar el tema de Marruecos y del statu quo en el Mediterráneo. El año siguiente tuvo que negociar por un lado con el gobierno marroquí, y por otro con las potencias europeas, especialmente Francia, por la cuestión derivada de la ocupación española de las zonas de la Restringa de Mar Chica y Cabo de Agua, en Marreucos.
Durante el año de 1908, Allendesalazar acompañó al rey en viajes oficiales a Francia, varias cortes alemanas y Austria-Hungría. También recibió junto al rey a numerosos soberanos y jefes de gobierno extranjeros en la corte de Madrid, San Sebasián y Sevilla. Muchas de las embajadas que viajaron a Madrid fueron recibidas en la casa de Allendesalazar en la Carrera de San Jerónimo.
El "gran trienio" llegó a su fin con el recrudecimiento de la crisis marroquí y el estallido de la Semana Trágica de Barcelona. En las semanas anteriores y posteriores al estallido de la revolución el ministro realizó junto con el rey frecuentes viajes entre San Sebastián y Madrid. En el Senado, Allendesalazar realizó encendidos discursos en los que culpaba de la caótica situación española a los elementos masones de España y el extranjero. Pero con la caida de Maura se vino abajo el régimen parlamentario. Allendesalaar abandonó de momento la vida política activa
En 1909 fue elegido consejero de la Compañía Arrendataria (del monopolio del tabaco) y cuando en 1913 don José Echegaray cesó como director de la Compañía le sucedió Manuel Allendesalazar, que ocupó el cargo hasta 1919. En la gerencia de la Tabacalera logró cortar muchos abusos, especialmente los derivados del contrabando que sin ningún tipo de control se desarrollaba en las costas españolas.
Durante estos años, participó en diversos debates en el Senado. Cabe destacar su impugnación al plan de carreteras que el gobierno liberal presentó en 1912 y que a su vez fue impugnado en el Congreso por Sánchez Guerra. En el Congreso, el ministro liberal de Fomento defendió el plan aduciendo que en todo caso era mejor que el expediente de fianzas desarrollado en 1904, cuando Allendesalazar era ministro de Obras Públicas; el senador se defendió haciendo imprimir aquel expediente y repartiendo copias a todos los senadores. Al final el ministro liberal tuvo que retractarse, al no poder mostrar ninguna irregularidad en el expediente; a los pocos días el ministro fue cesado de su cargo.
A partir de 1913 los debates de Allendesalazar en el Senado fueron destinados a evitar la escisión del Partido Conservador entre los seguidores de Maura y de Dato. En marzo de 1915 enviudó, después de acompañar a su esposa en una larga y penosa enfermedad. Desde entonces su asiduidad a las prácticas religiosas se hizo mucho mayor. En 1919 Allendesalazar regresó a la política activa y, bajo el gobierno de Maura, aceptó el cargo de presidente del Senado. Tras las cai