Escritor italiano. Vinculado inicialmente al costumbrismo, como revelan los relatos de La siepe e l´orto (1920), se aventuró por otras caminos que lo relacionan con el llamado "realismo mágico italiano". Esta forma de entender la literatura, lírica y fantástica, expresa la oposición entre el pasado mítico de las tierras calabresas y el presente de miseria y atraso que daba forma a esa región italiana en la primera mitad del siglo XX. Ese mundo primitivo e incontaminado aparece en los relatos de La amada en la ventana (1929) y en la novela breve Gente en Aspromonte (1930), considerada su mejor obra.
Corrado Alvaro tomó parte en la Primera Guerra Mundial como oficial de infantería, y fue herido en los combates del Carso, en 1916. Trabajó como periodista en Il Resto del Carlino y hasta 1920 en Il Corriere della Sera, año en que obtuvo su doctorado en Filosofía y Letras en la Academia Científico-literaria de Milán. En 1922 se trasladó a Roma, e ingresó como redactor en el diario liberal Il mondo, fundado por Giovanni Amendola. También fue crítico teatral de Il Risorgimento, redactor de la revista "900", fundada en 1925 por Massimo Bontempelli, y colaborador de la Fiera letteraria, fundada el mismo año en Milán por Umberto Fraccia. Posteriormente, fue redactor de La Stampa, para la que viajó por Oriente Próximo, Alemania y Rusia. De estos viajes nacieron los libros Viaggio in Turchia (1932) e I maestri del diluvio, viaggio nell´URSS (1935).
En 1917, después de publicar el opúsculo, Polsi (1911, en edición privada), apareció Poesías grisverde (Poesie grigioverdi), con las que se dio a conocer. Estas poesías están inspiradas en gran parte en sus experiencias de guerra, y fueron reeditadas en 1942 con el título Il viaggio, con la añadidura de una prosa en la que, en el marco del paisaje y las costumbres calabresas, dibuja la figura de su padre, pequeño propietario y maestro de escuela elemental del pueblo de San Luca. Es el primer documento que muestra su fidelidad a su tierra natal y a la vida pastoral y campesina de la gente de Calabria, que después se expresará y se transfigurará poéticamente en novelas y relatos, y en el ensayo Calabria (1931).
A continuación publicó los relatos La siepe e l´orto (1920), en los que su inspiración regional empieza a liberarse del núcleo lírico y a articularse en figuras y paisajes. Atestiguan esta evolución espiritual su primera novela, L´uomo nel labirinto (1926), en la que se advierte la presencia simbólica de un personaje que intenta distanciarse de las costumbres y sentimientos de su tierra de origen y acercarse a experiencias de vida ciudadana concebidas y sentidas como un laberinto de sentimientos nuevos y diferentes, novela que concluye con el regreso a la aldea natal; los relatos La amada en la ventana (L´amata alla finestra, 1929) y Misteri e avventure (1930), ambos en parte relatos y en parte prosa de fantasía y reflexión, y las novelas de La signora dell´isola (1930).
Esta evolución culmina en los relatos de Gente en Aspromonte (Gente in Aspromonte, 1930), donde su temática de ambiente regional se despliega con todo el poder de su fantasía, transfigurando, muchas veces en tonos místicos, la vida de los pastores y los campesinos de su tierra. Con este grupo de obras lírico-narrativas, la figura del escritor se define por primera vez; su inspiración regional sobrepasa claramente los acostumbrados límites veristas del relato provinciano de finales del siglo XIX, gracias a una original fermentación poética que impregna desde lo más íntimo el contenido local de su novelística, y a las múltiples experiencias literarias y humanas, que despertaron en él la narrativa europea del decenio 1920-1930. La crítica habla de esta época de años de "arte coral" y de "lirismo concreto", aunque estas definiciones tienden a fijar su espontáneo naturalismo y su sensibilidad novocentista en una fórmula que sólo es aproximada.
A este grupo de relatos siguen, en el decenio siguiente, dos novelas. En Veinte años (Vent´anni, 1930), el autor se describe a sí mismo como el protagonista, un joven meridional que combate en la guerra europea junto con algunos compañeros de su misma generación y que experimenta por primera vez la existencia de costumbres, sentimientos e ideas de una sociedad civil más compleja y rica que la de su tierra natal (parte de la novela se desarrolla en Florencia). El hombre es fuerte (L´uomo é forte, 1938), fue una novela tal vez concebida en Rusia, pero cuya realidad se extiende indirectamente a la realidad italiana del período fascista, bajo la pesadilla de la dictadura.
La edad breve (L´età breve, 1946) es un regreso al tiempo de la infancia y la primera juventud, enriquecidas por la experiencia moral y literaria; y forma parte de una trilogía que no pudo terminar a tiempo. A estas novelas hay que añadir la prometedora Belmoro, representación de un mundo real trasladado al futuro, en la que coinciden realidad y fantasía. Pertenecen al decenio 1940-1950 los relatos Encuentros de amor (Incontri d´amore, 1940), a los que suman después una segunda serie de prosas narrativas e interpretaciones de aspectos y figuras de la vida moderna, con sus mitos cotidianos y sus vicios, vividos y sufridos, pero nunca fáciles ni fútiles: el amor, la soledad, la mujer, el dolor. En conjunto, forman un solo volumen, 75 cuentos (75 racconti, 1955).
Corrado Alvaro fue uno de los escritores más inquietos y preocupados de su generación, sensible a los más diversos y secretos estímulos morales de la época moderna, pero siempre coherente con una ética interior y compleja que es consecuencia de una lúcida consciencia de sí mismo y de la historia de nuestra vida. Su producción como escritor, periodista y ensayista, queda reflejada en Itinerario italiano (Itinerario italiano, 1933), Il nostro tempo e la speranza (1945) y Casi una vida (Quasi una vita, 1950), diario que abarca desde 1927 hasta 1947, y que, por su moderna inquietud y su voluntad de claridad en las relaciones entre él y su tiempo, constituye un completo testimonio de lo más significativo de la vida espiritual y literaria italiana de la primera mitad del siglo XX.
La novela fantástica y grotesca Belmoro se publicó en 1957, al cuidado de Arnaldo Fratelli, quien también dirigió la publicación de las últimas novelas de la trilogía iniciada con La edad breve (Mastrangelina, 1960, y Todo ha sucedido, 1961), reunidas en sus Memorie del mondo sommerso. Póstumamente, también se publicaron los ensayos Roma vestita di nuovo. Itinerario italiano II, 1957; Un tren en el sur. Itinerario italiano III (1958), y Último diario (1959), y la narración Domani (1968).
Como prueba de la variedad de los intereses humanos y culturales del escritor cabe destacar su actividad teatral, de la que destacan Il paese e la città e Il caffè dei naviganti, 1939; Lunga notte di Medea, 1949, y las traducciones Racconti e ricordi, de Tolstoi, 1942, y La Celestina, de Rojas, 1943
Político y militar argentino (Santo Ángel, Misiones Orientales, 1789 - Nueva York, 1853). Hizo sus primeros estudios en Porto Alegre y en 1804 marchó con su familia hacia España. Quiso la fatalidad que sólo llegaran a la península su padre y él, puesto que el barco que trasladaba a su madre y a sus hermanos fue incendiado y saqueado por piratas. En Londres completó su educación. Posteriormente realizó el servicio militar en España en la brigada de Carabineros Reales, distinguiéndose durante la guerra contra la Francia napoleónica en las batallas de Talavera, Jebenés y Ciudad Real.
En 1811, siendo su padre gobernador de la isla de León, se separó de las armas reales y abrazó la causa independentista. En 1812 desembarcó en Buenos Aires junto a José de San Martín para sumarse a la causa de la emancipación americana. Junto a éste y con el grado de teniente de caballería creó el célebre regimiento de Granaderos a Caballo que participó en la batalla de San Lorenzo.
En 1813 fue nombrado presidente de la Asamblea General Constituyente y un año después general en jefe de las fuerzas sitiadoras de Montevideo, donde obligó a capitular al general realista Gaspar Vigodet. De regreso a Buenos Aires fue designado para reprimir el movimiento encabezado por José Gervasio de Artigas, caudillo de la Banda Oriental, batiéndose en Mercedes, Yi y en Minas.
En 1815 fue nombrado Director Supremo, pero algunos desaciertos, su ambición desmesurada y la oposición del general Ignacio Álvarez Thomas provocaron su caída. Estuvo fuera del país por un largo periodo. En 1824 fue acreditado en Colombia como ministro Plenipotenciario, cargo que no llegó a desempeñar por haber sido enviado en comisión ante el libertador Simón Bolívar.
En 1828, en el marco de la guerra con Brasil, fue nombrado Jefe del ejército de operaciones en la Banda Oriental, destacándose en la batalla de Ituzaingó. En 1829 desempeñó el puesto de ministro de Guerra y, diez años más tarde, el gobernador Juan Manuel de Rosas lo nombró ministro Plenipotenciario en los Estados Unidos. Ejerció este cargo hasta la caída de Rosas en febrero de 1852