Religiosa española. Profesó en las carmelitas reformadas de Santa Teresa de Jesús, de quien fue discípula predilecta, secretaria y enfermera. A partir de 1604, viajó por Francia y por Bélgica para extender la reforma de su maestra. Fue beatificada por Juan Pablo II en 1981
Reina de Inglaterra y Escocia que unificó ambos reinos (Londres, 1665-1714). Hija de Jacobo II, fue educada en la religión anglicana a pesar de las convicciones católicas que le habían costado el Trono a su padre, y anglicana permaneció durante toda su vida. Fue casada con el príncipe Jorge de Dinamarca, con quien tuvo 17 hijos, todos ellos muertos en la niñez.
En 1702 fue llamada a ocupar el Trono de Inglaterra e Irlanda, tras la muerte de su cuñado, Guillermo III de Orange. Durante los primeros años de su reinado permaneció bajo la influencia del duque de Marlborough y se orientó hacia el partido whig; a partir de 1710, rotas las relaciones con Marlborough, la reina empezó a apoyarse más en los tories.
Entre las realizaciones más duraderas de su reinado cabe destacar la Ley de Unión de 1707, que unificaba políticamente a Inglaterra con Escocia, creando la Gran Bretaña. En cuanto a la política exterior, estuvo marcada por el enfrentamiento con Francia en la Guerra de Sucesión Española; como resultado de sus éxitos en ese conflicto, Inglaterra obtuvo, por el Tratado de Utrecht (1713), Gibraltar, Menorca, Terranova y Acadia, además de erigirse en árbitro del nuevo equilibrio europeo. Tras su muerte sin herederos directos, la Corona pasó a la casa de Hannover, en la persona de Jorge I