General cartaginés. Dirigió una importante expedición a Sicilia. Su derrota en Himera a manos de Terón y su suegro, el tirano de Gela y de Siracusa Gelón (480 a.J.C.), supuso la pérdida de Sicilia para Cartago
General cartaginés, primero del poderoso clan de los Bárcidas, que dominó la política cartaginesa durante la segunda mitad del siglo iii a. C. (?, h. 290 - Heliké [Elche ?], Alicante, 229 a. C.). En el 247 fue nombrado comandante en jefe del ejército cartaginés que luchaba contra Roma en la Primera Guerra Púnica (264-241 a. C.).
Desde sus bases en Sicilia, Córcega y Cerdeña, lanzó continuos ataques de saqueo contra las costas italianas, hasta que, derrotado en la batalla naval de las islas Egatas (241), perdió la isla de Sicilia y se retiró a África. Allí hubo de hacer frente a la rebelión de sus mercenarios, sublevados al saber que no había recursos para pagarles; esta «Guerra de los Mercenarios» (241-238) le supuso la pérdida de Cerdeña.
Mientras tanto, la debilidad de Cartago fue aprovechada por los pueblos anteriormente sometidos (libios, ibéricos) para intentar recuperar su libertad. En el 237 Amílcar fue puesto de nuevo al frente del ejército, con el que se resarció de todas las pérdidas recuperando territorios en la península Ibérica y avanzando desde allí contra Roma; dicho plan, trazado por el Senado cartaginés, contaba con las abundantes riquezas de la Península como base de la contraofensiva.
Acompañado de su hijo Aníbal y de su yerno Asdrúbal, Amílcar desembarcó en Cádiz (única ciudad peninsular que se había mantenido en poder de los cartagineses); dominó el valle del Guadalquivir, combatiendo a tartesios, íberos y celtas; pasó a la conquista de Levante, rebasando la zona de influencia reconocida por los romanos; fundó Akra Leuke (la actual Benacantil, en Alicante); y murió en combate contra los oretanos durante el asedio de Heliké. Asdrúbal (hasta el 221 a. C.) y Aníbal (del 221 al 183) continuaron su obra