Dramaturgo francés. En su juventud estudió derecho, trabajó en una agencia de publicidad, y se interesó por el teatro. Amparado por J. Giraudoux, con El armiño (1932) logró su primer reconocimiento en el ambiente teatral. Con el éxito de su obra El viajero sin equipaje (1937) se afirmó en la escena francesa, y con La salvaje (1938), drama estrenado en el Teatro Mathurins y dirigido por Pitoeff, consolidó un prestigio que supo mantener durante más de cuarenta años
A través de su obra expresó un humanismo rebelde a la realidad, donde el ser humano se encuentra acorralado por la presencia de dos absolutos: la imposibilidad de la pureza y su destino de corrupción. El tema que más desarrolló en sus textos es el de la condición patética de una juventud pura e intransigente que se ve derrotada ante el poder y la hipocresía de una sociedad corrupta. Sus personajes heroicos manifiestan las virtudes de la bondad, la pureza y la juventud, mientras que sus antagonistas se presentan con estigmas de maldad, perversión y decadencia. Pensaba que las historias de las buenas personas necesariamente terminaban mal, por lo que sus dramas solían poseer algunas evidencias del "paraíso perdido"
Hacia los años cincuenta, la evolución de su visión del mundo lo fue alejando cada vez más de las influencias de Giraudoux; entabló amistad con A. Salacrou, A. Malraux, H. Michaux y J. P. Sartre, y alcanzó un gran dominio en el oficio de la escritura teatral que lo destacó entre los dramaturgos de su generación. Su habilidad para pasar de la comedia a la tragedia, o de la risa a la ironía más corrosiva, fue considerada como una de sus mejores virtudes.
En sus obras alternó permanentemente las categorías de ficción, realidad, pasado y presente, lo que le permitió recurrir a la historia para ejemplificar sucesos de actualidad y jugar con la relación entre vida y literatura, que a su entender estaban fundidas en un solo concepto, ya que "el teatro de la vida no se diferencia demasiado de la vida del teatro". Asimismo definió sus trabajos según su intensidad dramática, por lo que llamó "piezas negras" a sus textos más trágicos y pesimistas, o "piezas rosas" a aquellos donde tenían cabida el humor y la fantasía. También las clasificó como "chirriantes", "brillantes", "agrias", "de disfraces", o "secretas", lo que pone de manifiesto la gran diversidad temática y expresiva de su producción
Fue autor de Eurídice (1942), Antígona (1944), Romeo y Jeannette (1953), El ensayo o el amor castigado (1950), El vals de los toreros (1952), Medea (1953), La invitación al castillo o La alondra (1953), Ornifle o la corriente de aire (1955), Becket o el honor de Dios (1959), Querido Antonio (1969), Los pescados rojos (1970), El Director de la Ópera (1972), El arresto (1975) o El ombligo (1981), entre muchas otras obras, y de guiones cinematográficos para varias películas, como Monsieur Vincent (1947) y Deux sous de violettes (1951)
(Mont-Saint-Aignan, 1934 - Rouen, 1987) Ciclista francés. Uno de los ciclistas más importantes de la historia de este deporte, se proclamó en cinco ocasiones campeón del Tour de Francia (1957, 1961, 1962, 1963 y 1964) y destacó por su gran habilidad en la lucha contra el crono. Con tan sólo 22 años batió el récord de la hora, por aquel entonces en poder del italiano Fausto Coppi. Superó su propia marca en esta especialidad en 1967, cubriendo una distancia de 46,159 km. Sin embargo, este registro no fue homologado por negarse el ciclista a someterse al control antidoping.
Especialista en pruebas contrarreloj y en carreras por etapas, su periplo como corredor está plagado de éxitos, pero también de dificultades hasta alcanzar sus triunfos más relevantes. Destaca en su juventud como un ciclista de enorme proyección, que vence en 1952 en el campeonato nacional de aficionados, y obtiene la medalla de bronce en la carrera por equipos de la Olimpíada de Helsinki en el mismo año
En su primera carrera como profesional, en 1953, se impone de manera contundente en el gran Premio de las Naciones. Logra vencer por primera vez en el Tour de 1957, pero tiene luego que atravesar una dura crisis por el alto sacrificio que imponen las carreras profesionales. Se retira en la edición de 1958, es tercero en la de 1959, y no participa en la de 1960, prefiriendo afrontar un sistemático y exigente plan de preparación para su regreso al año siguiente
Al final de la década de los años cincuenta se encuentra con la plenitud de un gran escalador, el español Bahamontes, pero su progresiva adaptación a la montaña y la importancia que adquieren en el Tour las etapas contrarreloj permiten a Anquetil completar una trayectoria deslumbrante desde 1961 a 1964, con cuatro triunfos consecutivos, imponiéndose a la vez en otras carreras prestigiosas, como el Giro de Italia (1960, 1964) o la Vuelta a España (1963).
En 1963 consigue el triplete (Vuelta, Giro, Tour) y en 1964 el doblete (Giro, Tour). Ya en la etapa descendente de su carrera, se concentró en la disputa de pruebas menos exigentes, como las llamadas carreras de un día, para aumentar su palmarés (París-Burdeos o Lieja-Bastón-Lieja), y en el récord de la hora, para aprovechar su extraordinaria capacidad para afrontar las carreras contrarreloj. Corredor elegante, que nunca dejó traslucir su cansancio en los momentos más duros de la carrera, a su sombra languidecieron excelentes corredores, como fue el caso de Raymond Poulidor, que fue conocido como "el eterno segundón".