Pintor español. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Llotja de Barcelona, en donde fue alumno de Modest Urgell, cuya obra influyó en sus primeros paisajes. Tras un breve contacto con el grupo de Els Quatre Gats, en 1897 se trasladó a París y asistió a las academias de Julián y Colarossi, en las que recibió clases de Jean Paul Laurens, Benjamín Constant y Louis Auguste Girardot.
Después de una corta estancia en Valencia, en 1904 regresó a París y se instaló en Montmartre. Conoció a Picasso y abrió una academia de pintura, a la que acudieron numerosos alumnos, entre los que se encuentra María Blanchard. Fue uno de los fundadores de los Salones de Otoño de París y se relacionó con los artistas de la Secesión de Viena, con los que llegó incluso a exponer
Tras la obtención de la Medalla de Oro en la Bienal de Venecia de 1905, su pintura empezó a valorarse seriamente en su país. Fruto de este reconocimiento fue su nombramiento como miembro de Honor de la Hispanic Society, en 1917 o su ingreso en diversas academias artísticas españolas y extranjeras (Milán, Amberes). En 1914 regresó a España y se estableció en Pollensa, donde vivió hasta su muerte, exceptuando el paréntesis del exilio francés durante la Guerra Civil y los primeros años de la posguerra. Su casa de esta localidad mallorquina se convertiría en el Museo Anglada Camarasa
Su estilo, que parte del paisajismo naturalista de Modest Urgell, se encuentra claramente influido por la pintura simbolista de finales de siglo. Hacia 1904 se adentró en una etapa de temática folklórica, con fuerte colorido y una clara influencia del estilo decorativo modernista en sus fondos de ritmos muy elaborados y en sus sofisticados retratos. En su etapa mallorquina se dedicó especialmente al paisaje, al bodegón y a los conjuntos florales
(Barcelona, 1896-Tiana, 1984) Dibujante y escritora española. Su actividad se inscribe dentro del movimiento novecentista catalán. El núcleo esencial de su trabajo lo integran ilustraciones para cuentos infantiles. Desde 1940, su obra, mediante estampas costumbristas de Barcelona, se centró en la evocación de un mundo ya pasado