Prelado ortodoxo. Cursó estudios teológicos en la Facultad de Halki. Al finalizar la carrera eclesiástica, prestó sus servicios como diácono y más tarde como secretario general de la diócesis de Atenas. En 1925 fue designado metropolita (arzobispo) de Corfú, y en 1937 fue elevado a la sede arzobispal ortodoxa de Nueva York, con jurisdicción espiritual sobre todos los ortodoxos griegos de América, con título de metropolita para todo el continente.
Desempeñó este cargo durante once años, haciéndose célebre por su forma de gobernar tan dispersas y dilatadas comunidades, que bajo su dirección alcanzaron un alto nivel disciplinar y religioso. Sus continuos viajes, su trato con las más diversas denominaciones cristianas y sus contactos con la Iglesia católica alentaron en él un sincero deseo de diálogo entre los cristianos de Oriente y Occidente.
Su nombre comenzó a sonar internacionalmente a partir de 1948, cuando fue elegido Patriarca Ecuménico de Constantinopla. Desde ese momento acarició la esperanza de acercarse, si no de llegar, a la unión de todos los cristianos. Para ello, fortaleció la unión interna entre las mismas comunidades bizantino-esclavas, realizando multitud de viajes y contactos con las autoridades responsables de los cristianos ortodoxos. También se ocupó de la preparación y reunión de diversas asambleas pan-ortodoxas, como las de Rodas en 1961 y 1963, para tratar sobre los observadores que se enviaron al Concilio Vaticano II en un espíritu de diálogo y amistad.
Con respecto a la Iglesia católica, le sirvió desde el primer momento la amistad que mantuvo con Juan XXIII; cuando éste fue elegido papa, se multiplicaron las relaciones entre ambas iglesias. Más tarde se entrevistó con Paulo VI en Jerusalén, en un viaje que realizó el papa a los Santos Lugares. En 1967 le recibió en su residencia del Fanar. Posteriormente Atenágoras visitó al Papa y al sínodo de los obispos reunido en Roma, durante el transcurso de un viaje en el que se entrevistó con los jefes de las iglesias ortodoxas de Serbia, Bulgaria y Rumania, con los dirigentes del Consejo ecuménico de las Iglesias en Ginebra y con el primado de la iglesia anglicana en Londres.
(?, c. 100) Médico griego. Ejerció en Roma, donde fundó la escuela de los «neumatistas». Quedan fragmentos de sus obras, citadas por Galeno y Oribasio