Seudónimo, no identificado, que utilizó el autor del Quijote apócrifo publicado en Tarragona en 1614 , que pretende ser continuación de la primera parte escrita por Miguel de Cervantes. El desconocido autor era enemigo de Cervantes y sacó esa segunda parte antes que él para perjudicarle.
En su libro, llegan a la aldea de Don Quijote unos caballeros que van a Zaragoza a participar en unas justas. Uno de ellos es don Álvaro Tarfe, que se aloja en casa del hidalgo. Don Quijote marcha con ellos a participar en el torneo, acompañado de Sancho, y haciéndose llamar el Caballero Desamorado, porque ha renunciado a Dulcinea. En Alcalá y Madrid le suceden increíbles aventuras. Sancho se queda en la última ciudad sirviendo a un marqués. Tarfe hace recluir a Don Quijote en un manicomio de Toledo
La obra de Avellaneda demuestra una completa incomprensión de los personajes cervantinos y no puede sufrir la comparación con el original. Cervantes estaba escribiendo el capítulo LIV de la segunda parte del Quijote cuando le llegó el libro de Avellaneda, y para contradecirle varió el plan de la novela, haciendo que Don Quijote se encaminase a Barcelona. Cervantes hizo además que los propios Don Quijote y Sancho leyesen el libro de Avellaneda y lo ridiculizasen
(Catamarca, 1813-Metán, 1841) Seguidor del partido unitario dirigido por Alvear, se opuso a Juan Manuel de Rosas por medio de la coalición de las Provincias del Norte. Vencido en Tamaillá por los rosistas, logró huir, pero poco después fue traicionado y apresado de nuevo por las tropas federales, que tras hacerle prisionero le decapitaron en Metán por orden del general Manuel Oribe