Diplomático español. Alberto Aza Arias nació el 23 de mayo de 1937 en Tetuán (Marruecos), donde provisionalmente se encontraban sus padres, de ascendencia asturiana. En la Universidad de Oviedo se licenció en filosofía y letras y en derecho, esta última carrera para cumplir el deseo paterno de convertirse en diplomático, objetivo que alcanzó en 1965, cuando fue nombrado secretario de la embajada de Libreville (Gabón).
Dos años después, el 5 de junio de 1967, fue trasladado, siempre con el mismo cargo, a la capital argelina, Argel, desde donde en 1972 salió para su siguiente destino, Roma. Permaneció en la embajada de la Ciudad Eterna hasta mediados de 1975, cuando regresó a Madrid para ocuparse de la dirección general para el Próximo Oriente en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Alberto Aza
Sus recuerdos personales de esta época están plagados de anécdotas interesantes, a raíz de sus viajes por todos los países de la zona, sus contactos con representantes de gobiernos calificados de «peligrosos» y sus conversaciones con personajes de primer rango, tanto del lugar como de representaciones diplomáticas extranjeras.
Paréntesis en la Moncloa
(Pola de Lena, 1851 - Madrid, 1912) Comediógrafo español. Estudió en Madrid la carrera de medicina, pero apenas obtenida la licenciatura, se dedicó exclusivamente a las letras, en las que dejó huella de su ingenio chispeante y siempre de buen tono, alegre y sin hiel. De sí mismo decía nuestro autor que "no tengo otro mal humor que el humor herpético".
Sus primeros trabajos los publicó en El Garbanzo, semanario festivo que dirigía Eusebio Blasco. En teatro cultivó mayormente el género chico, siendo su primera obra estrenada Basta de matemáticas, puesta en escena en 1874, en el Teatro Variedades de Madrid, con gran acogida de crítica y público. Sucesivamente fue publicando trabajos en La Ilustración Española, Blanco y Negro, Heraldo de Madrid, Madrid Cómico, y otros periódicos de la capital; también colaboró en Barcelona Cómica.
Como poeta festivo publicó los libros Todo en broma, Bagatelas, Ni fu ni fa, Pamplinas y Frivolidades. En teatro, prosiguió sus éxitos; escribió numerosas obras, algunas de ellas en colaboración con Ramos Cerrión. Entre sus éxitos figuran El sombrero de copa, El rey que rabió, Zaragüeta, El señor gobernador y San Sebastián mártir. Algunas de sus comedias fueron traducidas al italiano, al portugués y al alemán. Vital Aza fue uno de los fundadores de la Sociedad de Autores, de la que fue el primer presidente