Primer emperador latino de Oriente (1204-1205), conde de Flandes y de Hainaut (1195). En 1200, fue uno de los jefes de la IV cruzada, que tomó Constantinopla a los bizantinos. Nombrado emperador del nuevo Estado por los cruzados, tuvo que hacer frente al contraataque de los bizantinos, apoyados por el zar búlgaro Juan II Kalojan. Fue derrotado en Adrianópolis (1205) y murió en la prisión
Rey de Bélgica (Castillo de Stuyvenberg, Bélgica, 1930 - Motril, Granada, 1993). Hijo primogénito de Leopoldo III, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45) fue deportado a Alemania junto con el resto de la familia real belga (1944). Acabada la guerra, marchó con la familia al exilio en Suiza, pues el Parlamento belga había declarado a Leopoldo incapaz para reinar a raíz de su rendición al ejército alemán en 1940. No obstante, un plebiscito sobre la forma del Estado devolvió la Corona a Leopoldo en 1950; el desprestigio personal del monarca era tan grande (fue recibido con una huelga general) que prefirió abdicar aquel mismo año en su hijo Balduino, nombrándole príncipe con plenos poderes. En 1951 se convirtió en rey. Desde ese puesto hubo de enfrentarse a las tensiones nacionalistas entre flamencos y valones, así como a la violenta descolonización del Congo (1960). Su matrimonio con la española Fabiola De Mora y Aragón no tuvo descendencia, razón por la que al morir -durante unas vacaciones en España- le sucedió su hermano Alberto II. Ya previamente le había sustituido en la jefatura del Estado durante 36 horas en 1990, cuando Balduino renunció temporalmente para no sancionar con su firma la ley de despenalización del aborto, que chocaba con sus creencias católicas