Bailarín y coreógrafo ruso, nacionalizado estadounidense. Formado en la tradición académica rusa de la Escuela Imperial de Ballet, se dio a conocer como miembro de los Ballets Rusos de Diaghilev, compañía para la que creó las coreografías de Apollon Musagète (1928), de Stravinski, y El hijo pródigo (1929), de Prokofiev. En ellas, sobre todo en la primera, dio los primeros ejemplos del depurado y personal estilo neoclásico que caracterizaría toda su trayectoria y que aún sería más evidente en sus posteriores colaboraciones con Stravinski: Danzas concertantes (1944), Orfeo (1948) y Agon (1957). Estos trabajos los realizó ya en Estados Unidos, país en el que se estableció en 1933, después de una etapa, tras la muerte de su protector Diaghilev, como director de los Ballets Rusos de Montecarlo. Balanchin ha sido uno de los coreógrafos más influyentes del siglo XX, sobre todo a través de su labor al frente del New City Ballet, que él mismo había fundado
(Aillevillers, Haute-Saône, 1920) Sociólogo y etnólogo francés. Intenta superar, en particular desde la etnología, la oposición entre historicismo y estructuralismo. Especialista en temas africanos, publicó en 1957 África ambigua, una obra de antropología. Su libro fundamental es Sentido y potencia, las dinámicas sociales (1971), donde trata la destrucción del mito de las «sociedades sin historia». Otras obras destacadas son Antropología política (1967) y Antropo-lógicas (1974)