Crítico, ensayista y semiólogo francés. Fue uno de los principales representantes de la nueva crítica o crítica estructuralista. Estudió en el liceo Louis-le-Grand, se licenció en la Sorbona, ejerció la actividad docente en el liceo de Biarritz, en el Liceo Voltaire y más tarde en el Collège de France. Trabajó como periodista literario en Combat, fundó la revista Théâtre Populaire y dirigió la Escuela Práctica de Altos Estudios. Influido por la obra de L. Bloomfield y F. de Saussure, a principios de los años setenta se propuso, junto a J. Kristeva, Ph. Sollers, J. Derrida y J. Lacan, fundar una nueva ciencia, la semiología, para estudiar la naturaleza, producción e interpretación de los signos sociales a través del análisis de textos
En su primer libro, El grado cero de la escritura (1953), analizó la condición histórica del lenguaje literario y delimitó los conceptos de lengua, estilo y escritura. En Michelet por él mismo (1954) hizo una reconstrucción crítica de la figura del historiador J. Michelet (1798-1874). Una recopilación de 53 artículos publicados inicialmente en la revista Les Lettres Nouvelles, entre 1954 y 1956, se transformó luego en Mitologías (1957), uno de sus libros más famosos, en el que consideró sistemáticamente, en bloque, "a esa especie de monstruo que es la pequeña burguesía", para comprender sus abusos ideológicos.
En 1964 aparecieron los Ensayos críticos, en los que tomaba en consideración los puntos sobresalientes de la temática literaria más viva en Francia, afrontando de lleno, en una confrontación crítica con el estructuralismo, la problemática del significado de la obra literaria. Los esfuerzos de Barthes también se encaminaron a sentar, de manera crítica, las bases de una teoría de los signos, es decir, de una "semiología", intentando situar la ciencia de los signos -en el sentido más lato del término- dentro del campo de la lingüística: Elementos de semiología (Éléments de sémiologie, 1964), Sistema de la moda (Le système de la Mode, 1967).
En Crítica y verdad (1966) defendió las razones de la "nueva crítica" frente al crítico tradicionalista Raymon Picard. Son dignos de destacar sus escritos críticos sobre Michelet, Racine, Balzac, Robbe-Grillet, Brecht, La Bruyère y Kafka. Apoyó críticamente la afirmación en Francia del "nouveau roman". En 1970, en la colección "Tel Quel", publicó un nuevo volumen crítico (S/Z) en el que analizaba sutilmente la narración Sarrasine de Balzac. Escribió agudas páginas sobre Japón
En El placer del texto (1973) la pregunta acerca de cuál es el placer de la lectura y la consiguiente respuesta -en la que se observa que dicho placer tiene la peculiaridad de no poder enunciarse ni explicitarse- se plantean como problemas fundamentales frente a una concepción que reduce la literatura y los textos literarios a pura retórica, considerándolos meros ornamentos. A partir de 1975 -fecha de publicación de un texto breve titulado Roland Barthes por Roland Barthes, libro de introducción a su obra- Barthes adopta una actitud crítica frente a sus propias posiciones "cientifistas" de la etapa semiótica, empieza a perfilar el problema de la subjetividad en el discurso textual y, al interrogarse sobre el sujeto de la obra, aflora la importancia de la noción filosófica del "yo" narrador.
En 1977 se publica Fragmentos de un discurso amoroso, ensayo-novela en el que, a través de fragmentos, alusiones y citas, Barthes reflexiona sobre la "soledad extrema" de un discurso imposible (tan imposible como la propia relación amorosa, en la que el amado, el otro, siempre resulta escurridizo e inalcanzable) que, al ser pronunciado por todos, es excluido, burlado y apartado por los discursos cercanos y desdeñado por las ideologías. Sus últimas obras son La cámara lúcida (La chambre claire, 1980) y, publicada póstumamente, Lo obvio y lo obtuso (L´obvie et l´obtus, 1982)
(Montpellier, 1734-París, 1806) Médico francés. Definió la concepción patológica denominada vitalismo de Montpellier.