Escultor y pintor español. En 1936 se exilió junto con su familia a Francia. Con el estallido de la II Guerra Mundial, tras un largo viaje, la familia Basterrechea llegó a Buenos Aires, donde se instaló como otros muchos refugiados españoles. En 1952, con 28 años, regresó a España en viaje de bodas y ganó el concurso para la realización de las pinturas murales de la cripta de la basílica de Arántzazu, en Oñate. Eran más de 500 metros cuadrados de obra repartidos en 18 murales. Allí entró en contacto con el escultor Jorge Oteiza. Tras un año de trabajo, cuando ya había elaborado once murales, los franciscanos de la basílica borraron en una noche su obra, por considerarla inadecuada.
A finales de la década de los cincuenta formó parte de los grupos de vanguardia más importantes del campo creativo español: el Equipo 57 y el grupo Gaur, con Oteiza, Chillida, Mendiburu, Ruiz Balerdi, Amable Arias o Sistiaga, entre otros. A partir de 1963, y durante diez años, desarrolló su trabajo en el campo del diseño industrial, sobre todo en la decoración de hoteles y diseño de muebles. También practicó la fotografía experimental e hizo una exposición en Bilbao en 1969
En los años setenta se produjo en él una concienciación del problema vasco y empezó a expresar la idea vasca con el uso de viejas vigas de madera de roble para sus esculturas. En 1982, una escultura suya, que representaba un árbol de siete ramas, resultó ganadora en el concurso de ideas, convocado por el Parlamento vasco, para presidir el hemiciclo. En septiembre de 1987 realizó su primera exposición individual en Madrid, en el Museo Español de Arte Contemporáneo. La antología, que constaba de 140 piezas, entre esculturas, pinturas, dibujos y collages, recogía distintas épocas de su actividad.
El 21 de diciembre de 1988 se inauguró su obra Paloma por la Paz, de siete metros de alta por nueve de ancha, que se instaló en el paseo de Zurriola de San Sebastián, cerca del estadio de Anoeta. Otra obra suya, Monumento al pastor vasco, se encuentra instalada en la localidad de Reno, en el estado norteamericano de Atlanta desde agosto de 1989. Para realizar este monumento, primera escultura sobre Euskadi en Estados Unidos, fue seleccionado entre treinta artistas internacionales
Se encargó de la decoración de la vela de 150 metros cuadrados del velero "Gipuzkoa", que dio la vuelta al mundo entre diciembre de 1990 y noviembre de 1992. En 1993 realizó una escultura de hormigón de 60 metros para el muro de contención de la presa de Arriarán de Beasain, en Guipúzcoa. Ese año, después de viajar a Yugoslavia, cedió algunas de sus obras, realizadas a partir de fotografías de prensa, para recaudar fondos para la infancia y los medios de comunicación de Bosnia-Herzegovina. Otra escultura suya fue inaugurada en noviembre de 1997 en Buenos Aires por el lehendakari José Antonio Ardanza, como contribución de los vascos de Argentina a la capital.
Algunas de sus esculturas se entregan en algunos premios, como son los casos del Apolo de oro a la Lírica (premio que se concede desde 1990 en Bilbao) o el Premio a la Promoción Turística del Gobierno vasco. Además de la escultura y la pintura, también ha realizado cine, al que considera como "un mural de tres kilómetros". Así nacieron los cortometrajes Operación H (1963), Pelotari (1964) y Alquézar, retablo de pasión (1965), estos dos últimos dirigidos junto con Fernando Larruquert, al igual que el largometraje Ama Lur - Tierra Madre (1966), una hermosa visión del paisaje y los hombres vascos. También es autor de varios documentales y de una serie sobre las culturas prehispánicas.
(Bremen, 1826 - Puerto España, 1905) Etnólogo alemán. Descendiente de una familia de mercaderes, estudió derecho, ciencias naturales y medicina. Como médico cirujano se enroló en la marina, lo que le permitió viajar por el mundo durante ocho años. Los conocimientos adquiridos le permitieron redactar su obra El hombre en la historia (1860), donde desarrolló una psicología política (social y cultural) y propuso un desarrollo etnográfico a partir de datos provenientes de toda la humanidad, para lograr una Weltanschauung unitaria, mediadora entre ciencia y conocimiento. Siempre recalcó la urgencia de constituir una base empírica para la recolección de testimonios (objetos, experiencias culturales originales o derivados, representaciones y concepciones del mundo) de los "pueblos naturales" en vías de desaparición
La labor de Bastian se activa a partir de 1861, cuando el fisiólogo alemán Rudolf Wagner, miembro extranjero de la Sociedad Antropológica de París, intentó fundar otra institución similar en Alemania, pero como los antropólogos germanos estaban muy dispersos debieron reunirse no de forma permanente, sino mediante congresos. El primero se efectuó en septiembre de ese año, y el de 1863 hubo que aplazarlo por enfermedad de Wagner, quien murió un año después. En 1865 se fundaron los Archivos alemanes de antropología, y en 1869 el Diario de Etnología (Zeitschrift fü Etnologie), dirigido por Bastian
Desde 1861 hasta su muerte fue viajero incansable, a la par que organizador de la etnología institucionalizada en la Sociedad Geográfica, así como organizador y conservador de las colecciones etnográficas del Museo Real de Prusia en 1868. También organizó en este mismo año, con Rudolf Virchow, la Sociedad Berlinesa de Antropología, Etnología y Prehistoria. Fue presidente además de la Sociedad Africana y Director del Museo Real de Etnografía de Berlín, al que aportó sus propias colecciones; obtuvo ambos cargos en 1873, y los compaginó con su labor como docente privado de etnología en la Universidad de esta última ciudad.
Seguidor de Darwin y de la teoría de la evolución de las especies, a su juicio sólo válida para los organismos inferiores, refutó las opiniones del naturalista inglés sobre la descendencia del hombre en varias polémicas en los primeros años de la década de los setenta del siglo XIX. Asimismo, estimó excesivo el empleo que hizo Haeckel de dicha teoría, y consideró que la explicación darwiniana para el origen del lenguaje era una mitología
Según Bastian, la etnología, el estudio del hombre, no depende de la zoología; para él las "ideas elementales" se reproducían y probaban la unidad psíquica de la humanidad, realizándose bajo la acción de los estímulos externos y especialmente del medio, y se manifestaban en multitud de "ideas étnicas" históricamente diferenciadas. Su positivismo idealista del desarrollo cultural de la humanidad le sirvió para atacar el darwinismo.
En la casi veintena de años que pasó viajando por el mundo, obtuvo un copioso material, que utilizó para redactar una amplia gama de estudios que iban desde la jurisprudencia de los pueblos hasta la importancia de los animales en la mitología. Sus numerosos trabajos comprenden temas de psicología comparada, psicología política, historia y mitología. Entre sus trabajos, fruto del estudio de Asia, se encuentran Historia de Indochina, Viaje por Birmania entre los años 1861-1862, Viaje a Siam en el año 1863, Viaje al Archipiélago Indio, Viajes por China de Pekín a la frontera mongólica y regreso a Europa, y muchos más. Combinó sus expediciones con trabajos de base y docencia en Berlín, donde dirigió publicaciones, dictó conferencias y pronunció discursos en ocasiones especiales