Teólogo protestante alemán. Fue el principal representante de la escuela de Tubinga, en cuya universidad fue profesor. Se adhirió a los principios de Hegel y al subjetivismo de Schleiermacher
(París, 1880-1943) Actor francés. Tras realizar estudios de arte dramático, sus cualidades para la interpretación le valieron el primer premio de drama y tragedia en el Conservatorio de Marsella, lo que le confirmó como uno de los actores más versátiles y capaces de la escena francesa. Volcado en el teatro, llegó a cine de manera casual y sin mostrar ningún interés en 1910. Participó en diversas producciones mudas como Stass et compagnie (1916), de Abel Gance
Irrumpió con fuerza con la implantación del cine sonoro, especialmente de la mano de Julien Duvivier, quien le dirigió en películas como David Golder (1930), Los cinco caballeros malditos (1931) o Gólgota (1935), entre otras. Intervino en algunas de las versiones que se realizaron en estudios parisinos por la Paramount como con Le cap perdu (1931), de Ewald André Dupont
Aunque los espectadores franceses descubrieron fácilmente su estilo interpretativo, en muchas ocasiones reiterativo, no por eso dejaron de admirarle en su trabajo, de manera especial en la versión de Los miserables (1934), dirigida por Raymond Bernard. A lo largo de estos años fue protagonista de Trágica atracción (1935), de Anatole Litvak, y en varias películas de Maurice Tourneur como Samson (1936), El zar loco (1938) y Volpone (1940), entre otras. El final de su vida se vio marcado por el ambiente bélico que vivía Europa; fue torturado por la Gestapo hasta causarle la muerte