Reina de Portugal. Hija de Alfonso X el Sabio y de María Guillén de Guzmán. En 1253 se casó con Alfonso III de Portugal, a quien aportó en dote la región del Algarve. Los enfrentamientos entre sus hijos, el rey Dionís y el infante Alfonso la obligaron a refugiarse en Castilla
(Beatriz Guillermina Armgard de Orange-Nassau y de Lippe-Biesterfeld; Soestdjik, 1938) Reina de los Países Bajos. Primogénita de la reina Juliana y del príncipe Bernardo de Lippe-Biesterfeld, fue la tercera soberana consecutiva de su país y la cuarta mujer que desempeñó la más alta magistratura de los Países Bajos. Era biznieta de Emma, regente durante 10 años, nieta de Guillermina e hija de Juliana, que abdicó a su favor a los 82 años.
A comienzos de la Segunda Guerra Mundial marchó con su familia al exilio en Canadá, alternando durante la guerra estancias en Canadá e Inglaterra. A su mayoría de edad, como futura reina de su país, fue nombrada miembro del Consejo de Estado, comenzando a prepararse para las obligaciones establecidas en la Real Constitución holandesa. Realizó labores diplomáticas en viajes a las posesiones antillanas, Indonesia y Estados Unidos de América.
La princesa Beatriz cursó estudios en la Nueva Escuela de Baarn y en la Universidad de Leiden, mostrando especial predisposición para la sociología, la psicología y el derecho y graduándose en 1961. El 2 de marzo 1966 se casó con Claus von Amsberg, diplomático alemán y ex oficial del ejército alemán y de las Juventudes Hitlerianas, que se convirtió en su principal consejero y hombre de relaciones públicas y con quien tuvo tres hijos: Guillermo Alejandro, Juan Friso y Constantino.
La boda fue muy criticada en los medios políticos y populares de un país muy sensibilizado desde la ocupación alemana. El 30 de abril de 1980 Beatriz Guillermina Armgard fue coronada como Beatriz I, después de la abdicación de su madre tras varios escándalos sobre su vida íntima y sobre la implicación de su marido, el príncipe Bernardo, en el escándalo financiero de la Lockheed
Doctorada en filosofía y letras, aficionada a la escultura y de carácter temperamental, la reina Beatriz asumió el trono con la promesa de comprometerse con los problemas sociales de su país. Con una fortuna superior a la de la casa real británica, pero puntual en el pago de sus impuestos y decidida inversora en la industria holandesa, es una figura admirada por sus súbditos