Ensayista, novelista, humorista y poeta británico. Hijo de madre inglesa y padre francés, católicos ambos, estudió en Oxford, sirvió durante algún tiempo en la artillería de Francia y más tarde, en 1902, tomó la ciudadanía británica. Fue miembro del Parlamento desde 1906 hasta 1910, año en que, no satisfecho por la política inglesa, se retiró a la vida privada.
Su nombre figura junto al de Chesterton, sobre el que ejerció una indudable influencia; con él llevó a cabo en perfecto acuerdo una intensa campaña de propaganda del catolicismo y contra la civilización industrial, labor en el fondo muy semejante a la emprendida cincuenta años antes por Carlyle y Ruskin. Ambos lucharon por el sentido común de antaño, el consuelo de la religión, el goce simple de los bienes de la existencia y la alegría honrada; y los dos también se valieron de un estilo paradójico, salpicado de sorpresas, exabruptos, extravagancias, ironías e improperios.
En torno a Belloc, Chesterton y Shaw se formó un grupo de intelectuales que aspiraban no tanto a consolidar los valores de la fe como a establecer una jerarquía social más precisa y una sociedad menos utilitarista, uniforme y gris. Con su oposición a las corrientes materialistas y anárquicas de la segunda mitad del siglo XIX y su afianzamiento en los viejos postulados del pragmatismo, intentaban refutar el principio de la libertad de juicio y favorecer el reconocimiento de la autoridad, del orden tradicional y del dogma.
Belloc dejó una enorme cantidad de textos. Sus versos, entre serios, satíricos y jocosos, llenan dos volúmenes (Sonnets and Verses y Cautionary Verses) en los cuales no quedan comprendidas las poesías para muchachos (The bad Child´s Book of Beasts, more Beasts for Worse Children, etc.). De sus dieciséis novelas, la más célebre es Emmanuel Burden, Merchant, aun cuando merecen también ser citadas por su ruidosa ironía The green Overcoat y The Mercy of Allah
Escribió unos quince libros de viaje animados por una erudición sutil e ingeniosa, como The Path to Rome (Peregrinación a Roma), The old Road y The historic Thames, y obras de crítica literaria, entre las cuales figura un excelente repertorio de composiciones líricas francesas del Renacimiento comentadas, titulado Avril. Son interesantes sus catorce colecciones de ensayos (On Nothing and Kindred subjects, On Something, On Everything, etc.), y sus veinte libros y monografías de carácter netamente histórico que llegan desde la interpretación de las Cruzadas y de las grandes herejías hasta Carlos I, Cromwell, Luis XIV y Robespierre.
A ello hay que añadir unos doce textos de tema político-social como Servil State (La condición esclava, 1912), que provocó alarmas y discusiones en toda Europa. En esta última obra Belloc quiere demostrar que la moderna sociedad industrial, en contraste con las instituciones libres medievales, tiende a restablecer la esclavitud de los trabajadores, y que incluso la forma estatal tendente a reemplazar la capitalista, o sea el estado socialista, da lugar, en esencia, a una nueva tiranía: la de los burócratas. La enorme y variada producción de Belloc gira en torno a un gozne o punto central integrado por un cristianismo de formación humanística y docta que, sobre un equilibrio clásico y pagano, pretende instaurar la moral evangélica y la fe en la justicia divina
(Buenos Aires, 1899- id., 1972) Grabador y pintor argentino. Su obra expresa un profundo compromiso con la temática de carácter social. De especial relevancia son sus ilustraciones para el Martín Fierro