Pensador y activista socialdemócrata alemán . Procedente de una familia obrera de origen judío, Bernstein se afilió al Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) en 1872. Tuvo que exiliarse en Suiza en 1878, perseguido en virtud de las leyes antisocialistas dictadas por Bismarck. Allí se convirtió en colaborador de Marx y Engels, que le pusieron al frente del periódico del partido. En 1888 fue expulsado de Suiza y se refugió en Inglaterra, entrando en contacto con el socialismo moderado y gradualista de la Sociedad Fabiana, que sin duda influyó sobre sus ideas posteriores.
Al morir Engels (1895) se decidió a hacer públicas sus ideas para una necesaria renovación del socialismo, conocidas desde entonces como revisionismo. En su principal obra escrita (Las premisas del socialismo y las tareas de la socialdemocracia, 1899) desmontaba algunos de los principios fundamentales de la doctrina marxista, como la teoría del valor trabajo o la predicción de un agravamiento de las crisis económicas que conduciría al derrumbamiento del sistema capitalista.
Por el contrario, Bernstein constataba la capacidad de adaptación y la buena salud general del capitalismo (en la época de la segunda revolución industrial y la expansión imperialista) y proponía abandonar la estrategia revolucionaria para luchar dentro del sistema por la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores. Abandonando el determinismo de Marx, Bernstein veía el socialismo como una construcción humana consciente, nacida del convencimiento de la mayoría de que era necesario instaurar una forma superior de convivencia, y no fruto inevitable del desarrollo de fuerzas económicas impersonales
Naturalmente, este cambio de óptica le enfrentó con los guardianes de la ortodoxia marxista (Kautsky, Bebel, Rosa Luxemburgo…), que consiguieron la condena de la doctrina revisionista en el Congreso de Dresde de 1903. Bernstein fue elegido diputado del Reichstag (cámara baja alemana) en 1902-06, 1912-18 y 1920-28, pero tuvo poca influencia directa en el Partido (entre otras cosas por sus posturas antinacionalistas).
Sin embargo, su idea de volcarse en la lucha sindical y política dentro de las estructuras de la democracia «burguesa» fueron impregnando gradualmente el SPD a partir de 1907 y, a la larga, esta línea acabó por imponerse en todos los partidos de la Internacional Socialista, por lo que se puede considerar a Bernstein el padre de la socialdemocracia reformista del siglo XX
(Lawrence, Massachusetts, EE UU, 1918-Nueva York, 1990) Director de orquesta, pianista y compositor estadounidense. Nacido en el seno de una familia de judíos rusos emigrados, fue el primer director de orquesta de Estados Unidos que alcanzó renombre universal. Músico polifacético, sus dotes y su innegable talento no sólo le permitieron brillar en el campo de la interpretación, sino que también consiguió triunfar en la composición, tanto en la llamada «seria» como en la comedia musical. Dos de sus incursiones en este último género, On the Town (1944) y West Side Story (1957), ambas popularizadas por el cine, le procuraron un amplio reconocimiento entre el público.
Los primeros pasos de Bernstein como director de orquesta estuvieron alentados por Serge Koussevitzky, su mentor en su etapa de estudiante en Tanglewood. En esta faceta, su defensa de una interpretación abiertamente subjetiva, dentro de la más pura tradición romántica, le hacía obtener sus mejores frutos en las obras de compositores con un alto componente expresivo en su música, como Franz Liszt (su versión de la Sinfonía Fausto es un clásico de la fonografía), Gustav Mahler o Dimitri Shostakovich, mientras que en el repertorio clásico sus logros, pese a ser apreciables, no alcanzaban idéntica altura. Además, Bernstein fue un entusiasta defensor y divulgador de la nueva música estadounidense: autores como Aaron Copland, Charles Ives y Gershwin formaron parte de sus programas de concierto hasta su muerte.
Fiel reflejo de sus variadas aficiones y gustos, que en música se extendían desde el clasicismo de Haydn hasta el jazz, el estilo del Bernstein compositor se distingue por su eclecticismo. Una ópera, A Quiet Place (1984), tres sinfonías de amplias proporciones (1942, 1949 y 1963), una Serenade (1954) y varias canciones constituyen lo más granado de su catálogo. Sin embargo, a pesar de su apreciable valor, ninguna de estas partituras ha alcanzado el nivel de popularidad de sus comedias musicales