Reina de Navarra, perteneciente a la Casa de Evreux . Sucedió a su padre, Carlos III, el Noble de Navarra, en 1425. Había sido casada con un infante de Aragón, el futuro Juan II, en 1420. Durante su reinado, la abulia de la reina permitió que Navarra quedara sometida en todo al rey aragonés y sus intereses, perdiendo el reino territorios fronterizos como consecuencia de la intervención armada de Juan II en los asuntos de Castilla (1428-29). De aquella unión nació Carlos, príncipe de Viana, quien -según las capitulaciones matrimoniales de 1419- debía heredar el reino a la muerte de su madre. Pero al morir doña Blanca, su esposo usurpó el Trono navarro, alegando entre otras razones el testamento en el que la reina recomendaba a Carlos que no se hiciese coronar sin consentimiento de su padre. El resultado fue una guerra civil que enfrentó a los partidarios de Juan II (los agramonteses, especialmente fuertes en el norte montañoso) y los del príncipe de Viana (los beaumonteses, apoyados por Castilla y fuertes en la Ribera) entre 1451 y 1455 (con un rebrote tras la ejecución de Carlos en Barcelona, en 1460)
(Olite, 1424-Lescar, 1464) Reina de Navarra (1461-1464). Hija de Juan II de Aragón y de Blanca I de Navarra. Tras la muerte de Blanca I (1441), junto con su hermano Carlos de Viana, reclamó a su padre sus derechos a la corona de Navarra. Juan II desheredó a ambos (1455) en favor de una hermana menor, Leonor, casada con Gastón IV de Foix. Prisionera de Juan II, Blanca donó sus derechos a la corona a Enrique IV de Castilla