Cantante sueco. De familia de músicos, se formó junto a J. Forsell. Poseedor de una de las más bellas voces de tenor de este siglo, destacó por su musicalidad y por la calidad del fraseo
(Kvikne, 1832 - París, 1910) Fecundo escritor noruego, dramaturgo y polemista, que escribió piezas realistas y sociales. Descendiente de una antigua familia de campesinos, realizó sus primeros estudios en Molde y leyó ávidamente, fuera de la escuela, las antiguas sagas de los reyes de Noruega, las novelas de Ingemann y Scott y los textos demológicos de Asbjørnsen. Participó como ardiente republicano en los fervores de 1848. Llegado a la universidad, la abandonó muy pronto para dedicarse a la literatura y a la crítica teatral, y se trasladó a Copenhague. Dirigió el teatro de Bergen (1857-59), el de Cristianía (1865-67), y, finalmente, en esta última ciudad, otro propio (1877-82). Realizó largos viajes a Italia, los Estados Unidos, Francia y Alemania.
En sus esfuerzos por restablecer la continuidad histórica entre la libertad antigua y la moderna voluntad de emancipación del secular predominio danés, el romanticismo noruego promovía el estudio y la revalidación del mundo nórdico precristiano: lengua, arte, historia, religión, todo había de quedar reformado según el ejemplo de los antiguos modelos autóctonos, y puesto que los medios rurales mantenían casi intactas las costumbres y la lengua de antaño, en ellos se inspiró singularmente dicho romanticismo.
Sobre este fondo alcanzan significación y relieve los primeros textos de Björnson, desde Entre batallas (1857) Synnøve Solbakken (1857) y Halte-Hulda (1857) hasta Arne (1859), El rey Sverre (Kong Sverre, 1861) y Sigurd Slembe (1864), donde la saga da lugar al idilio sentimental y al moralismo al estilo de Schiller.
Siguieron luego, tras las sugestivas enseñanzas de G. Brandes, las obras de tesis, integradas por las cuestiones propias de la vida nórdica contemporánea; son los dramas Recién casados (De nygifte, 1865), El periodista (Redaktören, 1874), Una quiebra (1857), Leonarda (1879), Un guante (1883) y Más allá de las fuerzas humanas (1883), y las narraciones y novelas La hija del pescador (1868), El capitán Mansana (Kaptein Mansana, 18751 y Las sendas de Dios (1889). En Un guante sugirió que la exigencia de la virginidad antes del matrimonio debía también comprender al hombre, lo que le acarreó la condena del clero pero asimismo de los partidarios del amor libre.
Lo mejor de la producción de Björnson está integrado no tanto por estos dramas y textos narrativos (a excepción, no obstante, de la primera parte de Más allá de las fuerzas humanas) como por las canciones y poesías en ellos insertas (en 1870 fue publicada la colección de éstas titulada Poesías y cantos, con música de Kjerulf, Nordraak y Grieg); también destacan en su obra algunos de los relatos menores, exentos de intenciones didácticas y polémicas, y algunas comedias ligeras y agudas (Amor y geografía, 1885, Cuando florece la vid nueva).
El moderado nacionalismo de Björnson es el hilo que orientó su larga actividad política, ajena (a excepción de un breve paréntesis) a vínculos de partido. Fue periodista de la oposición democrática (Aftenbladet, 1859; Norsk folkeblad, 1866-71), adversario de la unificación de Noruega y Suecia, partidario de la izquierda radical y tribuno del pueblo. Con equilibrada y vigorosa elocuencia preparó el país para la solución pacífica del conflicto unionista y la independencia política, oficialmente sancionada por el plebiscito de 1905. En 1903 fue galardonado con el premio Nobel de Literatura