Poeta ruso. Su primer libro, Poemas de la bella dama (1904), le reveló como el más dotado de los poetas simbolistas rusos. Tras el fracaso de la revolución de 1905, adoptó el tono irónico que caracteriza La desconocida (1906) y La máscara de nieve (1907). Exaltó la revolució rusa en Los doce y en Los escitas, publicados en el año 1918
(Estocolmo, 1894-Izmir, 1965) Traductor y crítico literario sueco. Armonizó en sus poemas romanticismo y pintura de lo real (Los cantos de la soledad, 1918; El dios prisionero, 1919; Abrir los ojos, 1962)