Zar de Rusia. Miembro de la pequeña nobleza de origen tártaro, Boris llegó a ser el favorito del legendario Iván el Terrible (Iván IV), en especial tras el matrimonio de su hermana con el hijo del zar, Fiódor Ivanovich, afectado al parecer por algún tipo de enfermedad mental. Gravemente enfermo, el zar nombró a Boris guardián y regente de Fiódor, quien subió al trono como Fiódor I Ivanovich (1584-1598) a la muerte de su padre.
Convertido en el hombre más poderoso de Rusia, Boris emprendió la tarea de debilitar a la todavía pujante aristocracia de los boyardos con el apoyo de la Iglesia rusa: convirtió Moscú en un patriarcado y reemprendió la colonización de Siberia. También se le acusó de haber sido el responsable de la muerte del hijo menor del zar Iván IV, Demetrio, el último heredero al trono, en cuyo nombre la nobleza intentó una fallida sublevación en 1584.
A la muerte de Fiódor en 1598, Boris fue elegido zar, y una de sus primeras medidas fue desterrar a los Romanov. Después de haber vencido a Suecia (1590-1595), Rusia entró en un período de gran convulsión social. Para asegurar la mano de obra necesaria en un momento de crisis demográfica, reconoció a los terratenientes el derecho de persecución sobre los campesinos fugitivos y retiró a éstos el derecho a cambiar de amo durante cierto tiempo, con lo que prácticamente quedaron vinculados a la tierra.
Estas duras condiciones dieron lugar a numerosas revueltas campesinas. En 1604, un usurpador apoyado por Polonia, que pretendía ser el asesinado Demetrio, consiguió captar muchos partidarios y encabezó una rebelión contra Boris. Fue derrotado, pero el zar murió en plena contienda civil
(?-907) Kan de los búlgaros (852-889). Convertido al cristianismo en 864, al imponer esta religión a su pueblo alcanzó la unidad de Bulgaria, reforzando asimismo la autoridad monárquica