Escritor francés. Amigo de Barbey d´Aurevilly y de Bourget, es autor de las novelas Bajo el hacha (1883), sobre la revuelta de los chuanes, y El ocaso de los dioses (1884), obra que le consagró
(Amiens, 1852 - París, 1935) Crítico y novelista francés. Fue hijo de una familia muy modesta, y, dejados los estudios de medicina para dedicarse a las letras, ejerció durante algún tiempo actividades docentes en una escuela particular. Escribía ya delicadas poesías (Au bord de la mer, 1872; La vie inquiète, 1875; Édel, 1878; Les aveux, 1882) cuando sus primeras novelas, Cruelle énigme (1885), Un crime d´amour (1886), Mentiras (1887) y André Cornélis (1887), le consagraron psicólogo de la alta burguesía.
Alcanzada la fama y académico de Francia a los cuarenta y dos años, Bourget amplió su experiencia humana con largos viajes. Vivió su prolongada vejez en París y en sus tierras de Provenza, siempre abierto a los jóvenes que acudían a su larga experiencia en busca de consejo o de una esperanza, y su vida superó el amplio éxito que acompañara a algunas de sus novelas, demasiado vinculadas a ciertos ideales de las generaciones intermedias de la Tercera República.
Sus principales obras críticas son Teoría de la decadencia (1881), donde intentó responder a algunas tendencias literarias y al naturalismo, que él interpretaba como decadentismo enfermizo, y Ensayos de psicología contemporánea (1883), una serie de trabajos muy elaborados donde analizó los problemas morales de Francia y consideró los valores de autores como H. Taine, E. Renan, Ch. Baudelaire, G. Flaubert y Stendhal.
Posteriormente abandonó la crítica y se volcó en la novela, logrando un importante éxito con El discípulo (1889), texto en el que se revela muy preocupado por la psicología erótica de sus personajes y donde presupone la necesidad de una renovación moral para el sujeto y una reacción vital contra las actitudes individualistas. Renovó su mirada crítica hacia Taine y provocó una famosa polémica entre F. Brunetière (moralista y director de La Revue des Deux Mondes) y A. France (librepensador y crítico literario de Les Temps).
Su visión del mundo se fue desplazando hacia el conservadurismo, y en 1901 se convirtió al catolicismo. Simpatizó con Action française, revista nacionalista, monárquica y antisemita fundada por Ch. Maurras y L. Daudet, y apoyó las teorías del "Nacionalismo integral", que atacaba a las ideas filosóficas de la Revolución Francesa, a la democracia, al liberalismo y a las minorías "nocivas para la Nación". En 1906 se opuso decididamente a la declaración de inocencia de A. Dreyfuss y a su rehabilitación, por considerar que esa decisión atentaba contra los intereses nacionales y afectaba el honor del ejército.
En su obra posterior a El discípulo fue radicalizando la idea de emprender una labor moralizante a través de la literatura y produjo novelas y narraciones breves que se caracterizaron por una prosa cargada con un excesivo peso ideológico, como La etapa (1902), Un divorcio (1904), El emigrante (1907), Los rodeos del corazón (1908), Dramas de familia (1910), El demonio del mediodía (1914), y Nuestros actos nos siguen (1927)