Químico sueco. Fue profesor de química en la Universidad de Uppsala y director del laboratorio químico del Consejo de Minas de Estocolmo. Realizó estudios sobre diversos minerales, donde se encontraban elementos como el arsénico, el antimonio, el bismuto y el zinc, los cuales, desde la Edad Media, se confundían con otros como el estaño o el plomo.
Gracias a sus investigaciones se consiguieron encontrar nuevos métodos para obtener los ácidos clorhídrico, sulfúrico y nítrico. Sin embargo, su gran logro en el campo de la química fue el haber conseguido extraer, en 1735, el cobalto impuro de los metales coloreados, ya que este elemento se encuentra en la naturaleza asociado con otros metales, como el níquel y el hierro. Para bautizar este nuevo elemento (primer metal que se descubría desde la antiguedad) utilizó la palabra alemana kobold o kobald, con que los mineros nombraban a ciertos duendecillos que se suponía habitaban bajo tierra
(Herbert Karl Frahm; Lübeck, Alemania, 1913-Berlín, 1992) Político alemán. Se adhirió al movimiento obrero de su ciudad natal en 1930, cuando contaba dieciséis años. Como militante socialista participó activamente en la oposición al nazismo, hasta que, en 1933, se vio obligado a huir a Noruega. Allí adoptó la nacionalidad noruega y cambió de nombre y apellido: Karl Herbert Frahm se convirtió en Willy Brandt. Durante la guerra civil española combatió en el bando republicano. De regreso en Noruega se graduó en la Universidad de Oslo y se dedicó al periodismo. La invasión alemana de Noruega en 1940 le obligó a exiliarse a Suecia, donde actuó de enlace entre los movimientos de resistencia noruego y alemán.
Acabada la Segunda Guerra Mundial, regresó a Alemania en 1945 y se instaló en Berlín, donde se afilió al Partido Socialdemócrata (SPD). Tres años más tarde recuperó la nacionalidad alemana, y entró en el Bundestag en 1949. Merced a su dinamismo personal y su habilidad política, revitalizó el socialismo democrático y trazó las coordenadas que seguiría su partido durante los momentos más tensos de la guerra fría entre las potencias occidentales y la URSS.
Como alcalde de Berlín, entre 1957 y 1966 destacó por su firme actitud frente a soviéticos y alemanes del Este. No obstante su prestigio internacional, sus intentos de 1961 y, después de haber sido elegido presidente del SPD, de 1965 por alcanzar la cancillería de la RFA se saldaron con sendos fracasos. Al formarse la «gran coalición» presidida por Kiesinger, desempeñó la cartera de Asuntos Exteriores entre 1966 y 1969, año este en que su partido ganó las elecciones y él, con el apoyo de los liberales del FPD, se convirtió en canciller.
Como primer mandatario, cargo para el que fue reelegido en 1972, impulsó un paquete de reformas sociales en el plano interior, y en el exterior apoyó la unidad económica y política de Europa y, partidario del equilibrio entre los bloques, propició la ostpolitik, política de apertura hacia el Este, que supuso el reconocimiento de facto de la RDA, la firma de sendos tratados con la URSS y Polonia y el acuerdo de Helsinki entre las potencias.
De hecho, la política de distensión promovida por Brandt, cuyos frutos le fueron reconocidos con la concesión del Premio Nobel de la Paz en 1971, le permitió volcar sus energías en la construcción de la unidad europea. El escándalo del «caso Guillaume», que desveló el espionaje de su secretario personal en favor de la RDA, fue utilizado por sus enemigos políticos para apartarlo del poder. Dimitió de la cancillería federal en mayo de 1974, y dos años más tarde fue elegido presidente de la Internacional Socialista, cargo que desempeñó durante dieciséis años, hasta su muerte, causada por un cáncer