Militar y político boliviano que fue presidente de la república entre 1937 y 1939. Héroe indiscutido de la Guerra del Chaco, Germán Busch es una figura legendaria en la historia del país.
Germán Busch
Hijo de padre alemán y madre española (Pablo Busch y Raquel Becerra), realizó sus primeros estudios en el Colegio Militar, donde se destacó por tener un carácter impulsivo y cambiante, y por ejercer un liderazgo indiscutido entre sus camaradas. Egresó con el grado de subteniente en 1929 y fue ayudante de órdenes del Estado Mayor.
Durante la guerra del Chaco, conflicto que enfrentó a Bolivia y Paraguay, se ganó el sobrenombre de El Corsario de la Selva. Fue ascendido rápidamente gracias a su reconocido valor, que lo hizo célebre incluso entre las fuerzas enemigas, y ejerció una gran influencia sobre la tropa y sobre los oficiales, por lo que le eran confiadas las misiones más complejas y arriesgadas.
En su vertiente política, participó en tres golpes de Estado: contra Daniel Salamanca, contra José Luis Tejada Sorzano y contra David Toro. Dirigió el golpe de Estado que llevó al coronel David Toro a la presidencia el 17 de mayo de 1936, de cuyo gobierno nacionalista y antioligárquico formó parte y, bajo el cual se expropiaron los yacimientos petrolíferos de la Standard Oil de Nueva Jersey. En 1937 derrocó a Toro, y en 1938 la Asamblea Constituyente lo eligió presidente constitucional. Lamentablemente, en abril de 1939, mal aconsejado, clausuró el Congreso y se declaró dictador sin razones demasiado claras, pues no contaba con oposición a su gobierno.
Su principal acto de gobierno consistió en el control total de las exportaciones mineras, y en la renacionalización del Banco Minero de Bolivia. Se enfrentó duramente con las compañías mineras, a las que intentó imponer una ley que obligaba a entregar al estado la totalidad de sus divisas. Sus medidas nunca fueron del todo efectivas, pues las incumplían sus propios ministros, que respondían a los intereses de la oligarquía minera. Durante su mandato se firmó además la paz definitiva con Paraguay y se promulgó la Constitución de 1938, muy avanzada en temas relacionados con la cuestión social, la familia y la libertad de cultos.
Germán Busch se suicidó, en ejercicio de la presidencia, el 23 de agosto de 1939. Su muerte desató agrias polémicas acerca de los auténticos motivos del suicidio, y buena parte de la opinión pública pensó que se trataba de un asesinato perpetrado por sus oponentes políticos. Nunca se pudo establecer la verdadera causa y su sepelio constituyó una manifestación multitudinaria de pesar, que congregó a todo la ciudad de La Paz.
Aún hoy, la memoria de Germán Busch es venerada por los bolivianos, como héroe del Chaco y de la liberación nacional, y también como impulsor de la experiencia del "socialismo militar", que las fuerzas de la oligarquía conservadora se encargaron de cancelar.
(Wiedensahl, 1832 - Mechtshausen, 1908) Caricaturista alemán. Perteneció a una familia muy humilde (su padre era mercero rural y sus parientes campesinos), y dio pruebas de una inteligencia precoz. Estudió al principio en una escuela profesional de Hannover, y luego en la Academia de Bellas Artes de Düsseldorf; luego estuvo en Amberes, y tras una breve permanencia en Holanda (donde se embriagó con la gran tradición pictórica nacional) pasó a la Academia de Munich.
Tenía veintisiete años cuando la revista Fliegende Blätter publicó su primera "viñeta con texto". A partir de entonces fue ésta su forma de expresión más corriente. Nacieron así muchísimas historias ilustradas, con un texto en versos fáciles y agradables, de tono jocoso; el dibujo resulta siempre caricaturesco, y presenta cualidades estilísticas seguras y bien diferenciadas, y el texto es, en general, una obra maestra de agudeza, llena de ingeniosas ideas rítmicas y verbales, con un lenguaje sentenciosamente trivial: todo ello daba lugar a un divertido humorismo de matiz pesimista.
De 1865 son los dos héroes más famosos, Máximo y Mauricio; de 1872, Elena la piadosa; y de 1877, Tobías Knopp. La sátira del mundo burgués no poseía intenciones morales, y sí únicamente una finalidad descriptiva de carácter humorístico; sin embargo, Busch se burló siempre de la hipocresía y del filisteísmo. En cierta ocasión puso su arte al servicio de una idea: ocurrió ello durante el "Kulturkampf" (la lucha de Bismarck contra la Iglesia romana), con la sátira antijesuita El Padre Filucius.
En los veinte años de actividad más intensa, o sea de 1864 a 1884, alcanzó Busch la celebridad y el bienestar. Luego se retiró al campo, y se dedicó a la apicultura y a las indolentes meditaciones. No dejó de dibujar; pero, sin embargo, cultivó con preferencia la poesía y la filosofía, es decir, la forma de reflexión ingenuamente pesimista que había inspirado su arte. Su mentalidad fue, en esencia, la de la burguesía alemana liberal y laica; ello explica su éxito precisamente en el mismo ambiente que tanto satirizara