Dinastía borbónica española cuyas aspiraciones al trono dieron lugar a tres guerras civiles. La dinastía se inicia con Carlos María Isidro de Borbón [Carlos V] , hermano del rey Fernando VII y sucesor legítimo, que ocupó la Corona amparado por la ley sucesoria de 1713, que excluía a las mujeres del trono. Su coronación dio lugar a la primera guerra carlista. Abdicó (1844) sus derechos en su hijo Carlos Luis de Borbón y de Braganza, conde de Montemolín [Carlos VI] (Madrid, 1818-Trieste, 1861); cuando fue detenido en Tortosa (1860) se le obligó a renunciar a sus pretensiones.
Una vez fallecidos sus dos hermanos (1861), los derechos pasaron a Juan de Borbón y de Braganza, conde de Montizón [ Juan III] (Aranjuez, 1822-Brighton, 1887), también hijo de Carlos María Isidro, y después a Carlos de Borbón y de Austria-Este, duque de Madrid [ Carlos VII] (Ljubljana, 1848-Varese, 1909), hijo de Juan III.
Carlos VII intentó reorganizar el carlismo y en 1872, tras la derrota de los candidatos carlistas partidarios de la vía legal, dio comienzo a la tercera guerra carlista, que llegaría a su fin con la proclamación de Alfonso XII. En línea directa le sucedió Jaime de Borbón y Borbón [Jaime III] (Vevey, 1870-París, 1931), que luchó en el ejército ruso y era partidario de los aliados en la I Guerra Mundial contra la opinión general del carlismo.
Como sucesor fue escogido su tío Alfonso Carlos de Borbón y de Austria-Este [Alfonso Carlos I] (Londres, 1849-Viena, 1936). En 1936 la mayoría de los carlistas siguieron a Javier de Borbón Parma [Javier I] (Pianoro Lucca, 1889-Coira, 1977), designado anteriormente como regente
(Margaret Yvonne Peggy Middleton, Vancouver, Canadá, 1922 - Los Ángeles, 2007) Actriz canadiense nacionalizada estadounidense que vivió su época dorada del cine en las décadas de 1940 y 1950, con títulos como Salomé, la embrujadora, La esclava libre o Los diez mandamientos. En la década de 1960 encarnó a la vampiresa Lily Munster en la mítica serie de televisión La familia Monster, papel que la haría mundialmente famosa entre las generaciones más jóvenes.
Yvonne de Carlo
Nacida en el seno de una familia de escasos recursos económicos, su padre abandonó el hogar cuando la pequeña Peggy contaba tres años, y su madre hubo de emplearse como camarera para sacar a la familia adelante. Consciente de la belleza y de las cualidades de la joven, que pronto empezó a estudiar baile e interpretación, la madre empezó a acompañarla a castings en busca de un golpe de suerte, que no llegaría hasta 1945.
Tras intervenir en una veintena de filmes, en cuyos créditos ni siquiera aparecería, y después de papeles secundarios en producciones cinematográficas como Ruta a Marruecos (1942) o la adaptación de la novela de Ernest Hemingway ¿Por quién doblan las campanas? (1943) -ya con su nombre artístico, en el que adoptaría el apellido de soltera de su madre-, la gran oportunidad le llegó de la mano del director Charles Lamont, quien confió en ella para el papel protagonista de Salomé, la embrujadora (1945), una sátira ambientada en el Oeste sobre el mito de las espías que se valen de sus encantos para lograr información.
El éxito del filme no se hizo esperar, y en adelante Yvonne encadenó sucesivos papeles protagonistas que la llevaron a gozar de una gran popularidad y a convertirse en una habitual del celuloide. Su porte exótico, su hermosa cabellera negra y sus ojos claros destacarían sobre todo en filmes de ambientación oriental, de aventuras y westerns. Lamont volvería a contar con ella en La dama de la frontera (1945) y La esclava del desierto (1947), y Robert Siodmak la emparejaría con un espléndido Burt Lancaster en el filme de género negro El abrazo de la muerte (1949), para muchos su mejor película de la década de 1940
Yvonne de Carlo y Burt Lancaster
en El abrazo de la muerte (1949)
De Carlo no cesó de trabajar en toda la década de 1950, protagonizando títulos destacados: El capitán pirata (1950) y El halcón del desierto (1950), ambos a las órdenes de Frederick De Cordova; Hotel Sahara (1951), Chacales del mar (1952), de Jerry Hopper; El capitán Panamá (1952), de nuevo junto a Rock Hudson, con quien ya había coincidido en El halcón del desierto; El paraíso del capitán (1953) y dos títulos de Raoul Walsh, Los gavilanes del estrecho (1953) y La esclava libre (1957), filme en el que compartiría cartel con Clark Gable y Sidney Poitier.
Pero sin duda su papel más importante en estos años fue el de Séfora, la esposa de Moisés, en la superproducción Los diez mandamientos (1956). La película, dirigida por el colosalista director y productor Cecil B. DeMille, contó con un reparto de lujo encabezado por el entonces emergente Charlton Heston, Yul Brynner y Edward G. Robinson, y se convertiría en un clásico del cine bíblico.
Paralelamente a su carrera cinematográfica, en 1955 De Carlo contrajo matrimonio con el actor Robert Morgan, un doble de primera categoría con quien coincidiría en Amores de un impostor (1956) y que le daría dos hijos, Bruce y Michael. Durante el rodaje de La conquista del oeste, en una escena peligrosa en un tren en marcha, Morgan sufriría un trágico accidente en el que perdería una pierna. Yvonne decidió entonces abandonar su trabajo para cuidar de su marido
Las cosas no iban bien para el matrimonio, que pasaba por algunos apuros económicos debido a los gastos médicos derivados del accidente de Robert. Para paliar la situación, Yvonne decidió retomar su profesión y aceptar un papel en una serie de televisión que preparaba la cadena Columbia Broadcasting System (CBS). La telecomedia, de los creadores Joe Connelly y Bob Mosher, de tintes góticos y rodada en blanco y negro, no era otra que The Munsters (La familia Monster).
Fotogramas de la serie La familia Monster
Aunque solamente estuvo dos temporadas en antena, entre los meses de septiembre de 1964 y mayo de 1966, La familia Monster, que narraba las vivencias de una peculiar y divertida familia de apariencia “monstruosa” en una siniestra mansión gótica, se convirtió en una serie de culto para varias generaciones y aportó a Yvonne mayor popularidad que todos sus papeles cinematográficos
Gracias a la vampiresa Lily Munster, la angelical esposa de Herman-Frankenstein (Fred Gwynne), con la mitad del pelo negro y la otra mitad blanco, exceso de maquillaje y un atuendo casi de inspiración oriental, Yvonne pasó a formar parte del imaginario colectivo, que hizo inolvidable su forma de abrir la puerta. Aún hoy, cuatro décadas después, el personaje que encarnó suele ser habitual en las fiestas de disfraces. “Nunca imaginé que este papel me daría tanta popularidad”, manifestó la actriz en más de una ocasión
A pesar de ser un gran éxito en televisión, La familia Monster dejó de emitir nuevos capítulos a finales de 1966 debido a una falta de acuerdo entre los productores, Universal Television, y la CBS, ya que la cadena planeaba la versión en color de todos sus shows y no se llegó a decidir quién costearía los nuevos gastos. No obstante, la serie se ha seguido reponiendo ininterrumpidamente en emisoras de todo el mundo y derivó en dos películas, Munster, Go Home!, que en español se traduciría como La herencia de los Munster (1966), y The Munsters’ Revenge (1981), esta última para televisión
Tras el éxito de La familia Monster siguieron quedando papeles para Yvonne, pero en títulos más intrascendentes, al tiempo que se reducía progresivamente el número de los que protagonizaba. En la década de 1970, la actriz, cuyo matrimonio, tras muchos avatares, había acabado en divorcio dos años antes, consiguió además un importante papel en el musical de Broadway Follies, de Stephen Sondheim y James Goldman, por el que ganó un premio Tony, uno de los pocos galardones de su carrera artística.
Continuó entre cine y televisión e interesándose por varios géneros, aunque predominaron en esos años los papeles vinculados a películas de terror, quizás debido a su excelente interpretación de Lily Munster (Play Dead, 1986; Escóndete y tiembla, 1988; El morador de las tinieblas, 1988; Mirror, Mirror, 1990).
En los últimos años, De Carlo, que se retiró en 1995, vivió cerca de Solvang, al norte de Santa Bárbara. Su hijo Michael murió en 1997 y la actriz sufrió un ataque de apoplejía al año siguiente. La estrella que conmocionó la pantalla grande en la década de 1950 con su papel de madre de Moisés en Los diez mandamientos y que se convertiría en icono como Lily Munster, falleció por causas naturales en la residencia de la Motion Picture and Television, una fundación para jubilados de la industria cinematográfica y televisiva en el barrio Woodland Hills de las afueras de Los Ángeles el 8 de enero. Es autora de un libro de memorias: Yvonne: An Autobiography (1987)