Rey de Suecia (1697-1718), hijo y sucesor de Carlos XI. Recibió una esmerada educación luterana y actuó como un rey ilustrado, absolutista y a la vez reformista. Defendió a su país contra Dinamarca, Sajonia y Rusia en la gran guerra del Norte. Entre 1700 y 1701 consiguió imponerse a todos ellos e incluso venció y consiguió el apoyo de Polonia pero su invasión de Rusia (1707-1709) fracasó. Intentó ocupar Moscú, demostrando sus dotes de estratega, pero fue derrotado en Poltava (1709), que supuso el fin de sus aspiraciones a gran potencia europea. Obligado a refugiarse en Turquía (1709-1714) continuó dirigiendo la política interior y exterior de su país, cada vez más deteriorado, sin que consiguiera evitar el cerco diplomático a que fue sometido. Tras el regreso a su país hubo de enfrentarse a su reorganización. No sobrevivió para participar en los tratados que pusieron fin a la guerra (1719-1721)
(Estocolmo, 1748- id., 1818) Rey de Suecia (1809-1818) y de Noruega (1814-1818). Fue regente (1792-1796) a la muerte de su hermano y llegó al trono con la revolución palaciega de 1809. Firmó la paz con los países vecinos y fue elegido rey de Noruega, que se unió a Suecia en 1815. Adoptó como hijo y sucesor al mariscal Bernadotte, que gobernó en su nombre