Fundador de la Dinastía Carolingia, que reinó en Francia y Alemania entre los siglos VIII y X -aunque él mismo no recibió nunca título de rey- . Carlos era hijo bastardo del mayordomo de Austrasia, Pipino II de Herstal, que se hizo con la gobernación del reino franco aprovechando la debilidad de los últimos soberanos Merovingios. Sucedió a su padre en el 714, pasando por delante de los hijos legítimos de aquél. Tras hacer frente a las tendencias secesionistas de Neustria, sometió Frisia, Sajonia, Turingia y Baviera, restableciendo la unidad del reino franco y extendiendo sus dominios.
Pero su lugar en la Historia se lo debe, sobre todo, a su victoria en la batalla de Poitiers (732), en la que derrotó al emir árabe Abderramán, deteniendo el avance del Islam hacia Occidente. Aprovechó la victoria para someter las regiones meridionales del reino, Provenza y Aquitania (cuyo duque había sucumbido al avance musulmán). De esa época data su sobrenombre de Martel, que alude a la fuerza con que modeló, como un martillo, la Europa de su tiempo.
Aunque de hecho fue un rey, no se atrevió a asumir la soberanía en detrimento de los Merovingios, paso que daría su hijo; él se limitó a titularse mayordomo único del reino de los francos (desde el 737).
Su costosa obra de unificación territorial estuvo a punto de desaparecer tras su muerte, pues dejó repartidos sus dominios entre sus hijos Carlomán y Pipino. Sólo la posterior retirada de Carlomán a un monasterio (751) reunificó la herencia carolingia en el que sería primer rey de la dinastía, Pipino, el Breve
(Vincennes, 1338-Nogent-sur-Marne, 1380) Rey de Francia (1364-1380). Actuó como regente de su padre Juan II, prisionero de los ingleses (1356-1360 y 1364). Luchó contra los ingleses con gran éxito pues a su muerte sólo dominaban unas pocas ciudades