Último duque independiente de Borgoña . En 1467 heredó de su padre, Felipe el Bueno, vastos dominios repartidos en dos conglomerados territoriales: los Países Bajos y Borgoña propiamente dicha (con el Charolais y el Franco Condado).
Su proyecto fue unificar ambas zonas creando un reino compacto entre Francia y Alemania, para lo cual hubo de combatir incesantemente contra Luis XI de Francia. Lo consiguió temporalmente, al conquistar Lorena (1475) que, efectivamente, ponía en conexión los estados borgoñones del norte y del sur.
Si Carlos había conseguido cercar a Francia, aliándose con Inglaterra, Castilla y Aragón, Luis XI hizo lo propio con la Confederación Suiza; ésta lanzó una campaña contra Carlos, al que venció en la batalla de Nancy de 1477 (en la que Carlos murió y Borgoña volvió a perder Lorena).
Pero antes de morir había dejado pactada la boda de su hija María con el archiduque Maximiliano de Austria (el futuro emperador alemán Maximiliano I). De ese matrimonio procede la herencia de Carlos I y la consiguiente presencia española en los Países Bajos, pues al morir Carlos el Temerario sus estados se repartieron por la Paz de Senlis (1493) entre Francia (Borgoña y Picardía) y los Habsburgo (Franco Condado y Países Bajos); y esta última parte pasó a Carlos I junto con la herencia española de Los Reyes Católicos
(Carlos Federico, duque de Baden; Karlsruhe, 1728- id., 1811) Gran duque de Baden (1806-1811). Practicó el despotismo ilustrado y ensanchó sus dominios gracias a su alianza con Napoleón