Compositor y violinista argentino. En 1924 formó el sexteto que estaba llamado a fijar las normas del tango clásico. Ese conjunto lo integraban Julio y Emilio de Caro en los violines, Pedro Maffia y Luis Petrucelli en los bandoneones, Francisco de Caro en el piano y Leopoldo Thompson en el contrabajo.
La orquesta de Julio de Caro inició el ciclo que se conoce como "la guardia nueva" del tango, y cuya evolución puede seguirse hasta las revolucionarias innovaciones de Ástor Piazzolla. Esta nueva escuela se enriquecería con figuras de la talla de Osvaldo Fresedo, Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese y Horacio Salgán. A partir de De Caro y sus continuadores, el tango empieza a ganarse el título de "música de Buenos Aires", acaso porque esta denominación disimulaba sus orígenes arrabaleros.
De Caro incorporó al tango numerosos recursos técnicos de la música culta, especialmente en materia de armonía y contrapunto, sin desvirtuar las esencias rítmicas y melódicas del género. Algunos de esos aportes fueron el acompañamiento armonizado del piano, los fraseos de los bandoneones y los contracantos del violín, que forman melodías de agradable contraste con el tema central.
También incluyeron solos de piano y bandoneón, expresados con una riqueza armónica y sonora hasta entonces desconocida. Algunas obras compuestas por De Caro son "Mala junta", "Boedo", "El monito", "Buen amigo", "Tierra querida", "El arranque", "El mareo", "Chiclana" y "La Rayuela". En cierto sentido, Julio de Caro es a la orquestación del tango lo que Carlos Gardel al modo de cantarlo: figuras que han marcado un antes y un después en la historia de esta canción popular. Por coincidir la fecha de su nacimiento con la de otro gran artista del tango, Carlos Gardel, en 1976 se institucionalizó en Argentina el 11 de diciembre como "Día del Tango".
(Bogotá, 1843- id., 1909) Político y escritor colombiano. Fundó y fue director del diario El Tradicionalista. Dirigió la Academia colombiana de la Lengua. Participó en la redacción de la constitución de 1886 y ejerció como diputado y presidente del consejo de Estado y como vicepresidente (1892) y presidente de la República (1894). Tras abandonar la política, se dedicó a la literatura: es autor de una Gramática de la lengua latina (en colaboración con R.J. Cuervo, 1867), de ensayos (Tratado sobre el participio, 1870), de traducciones (Horacio, Tibulo, Catulo, Virgilio) y de poesías