Político romano de la época de las guerras civiles. Procedía de una familia patricia, aunque arruinada. Militó en el partido popular o democrático, enfrentado al grupo oligárquico que representaba Cicerón; tanto éste como Salustio (de similar tendencia política) nos han hecho llegar la imagen de Catilina como personificación de una juventud inmoral, atribuyéndole los rasgos del político corrupto y ambicioso.
Sabemos que fue agente de Sila y propretor de África (67 a. C.), pero que fracasó en su intento de hacerse elegir cónsul. Pasó entonces a la lucha subversiva, sea por sinceras convicciones democráticas o -como dijeron sus enemigos- porque necesitaba del poder para cubrir sus deudas.
La llamada «Conjuración de Catilina» (63-62 a. C.) comenzó con un intento fallido de asesinar a los dos cónsules electos, al tiempo que fracasaba una nueva candidatura de Catilina al Consulado; Cicerón denunció a Catilina en el Senado pronunciando un famoso discurso en el que le interpelaba diciendo: «¿Hasta cuándo abusarás de nuestra paciencia?»
Desenmascarado, Catilina huyó de Roma y se unió a sus partidarios sublevados en Etruria. Las Catilinarias de Cicerón, famosas piezas de oratoria política, fueron lanzadas en el Senado con motivo de los disturbios protagonizados en la ciudad por los partidarios de Catilina, que fueron detenidos. El propio Catilina fue derrotado y murió en el campo de batalla
(?, 95-Útica, Numidia, 45 a.J.C.) Político romano. Fue tribuno militar en Macedonia y cuestor en Roma (46). Defendió el Senado y la República frente a César. Posteriormente, apoyó a Pompeyo contra César y le siguió combatiendo después de muerto aquél. Se suicidó al verse cercado en Útica