Escritor y político francés. Nacido en una rancia familia aristocrática venida a menos, fue educado junto con sus cinco hermanos en el castillo de Combourg, cerca de Saint-Malo, y estudió en los colegios de Dol y Rennes, antes de superar la prueba de admisión a guardiamarina en Brest, en 1782.
En el verano de 1783 ingresó en el colegio eclesiástico de Dinan, que abandonó en 1784 para dedicar dos años a la lectura y la meditación, que suscitaron en él una pasión especial por Rousseau. En 1786 se enroló en Cambrai y aprovechó los largos permisos para frecuentar los círculos literarios de París, en los cuales lo introdujo su hermano Jean-Baptiste, magistrado y nieto político de Malesherbes. Conoció así a Fontanes y Guinguené y fue presentado en la corte de Luis XVI.
Disuelto su regimiento al principio de la Revolución Francesa, en 1791 resolvió emigrar. Regresó a Francia en enero de 1792 e ingresó en el ejército contrarrevolucionario; en febrero, su madre le obligó a contraer matrimonio con Céleste Buisson de la Vigne. Exiliado de nuevo en Bélgica, en 1793 se desplazó a Londres, donde, en medio de grandes dificultades económicas, redactó el Ensayo histórico, político y moral sobre las revoluciones. En abril del año siguiente, su hermano Jean-Baptiste fue guillotinado, al igual que Malesherbes. Por entonces, Chateaubriand enseñaba francés en Beccles y gozaba de cierto renombre en los salones de la «alta emigración», gracias a su crítica de los filósofos del siglo XVIII. Las muertes de su madre, en 1798, y de su hermana, poco más tarde, lo sumieron en una profunda crisis religiosa que le determinó a abandonar Inglaterra.
Regresó a París y publicó el primer tomo de De las bellezas poéticas y morales de la religión cristiana (1800), redactado en respuesta a un poema «pagano» de Parny. Gracias a ciertas relaciones de Fontanes, conoció cuatro años de paz, durante los cuales se relacionó con Joubert y la condesa Pauline de Beaumont. Seducido por el ímpetu con que ésta se proponía restablecer el orden religioso, compuso en su compañía los episodios de Atala y René, publicados en El genio del cristianismo y reeditados por separado en 1805.
En 1803, Napoleón lo nombró secretario de embajada en Roma, a las órdenes del cardenal Fesch. Tras la muerte de Pauline de Beaumont, y a raíz de numerosos conflictos con el embajador, fue destituido de su cargo y nombrado embajador en el Valais. A pesar de este ascenso, la ejecución del Duque de Enghien, en 1804, le enemistó con Bonaparte. Dimitió y emprendió un viaje a Grecia, Creta y Palestina que relató en Itinerario de París a Jerusalén.
Ardiente defensor del sistema monárquico, Napoleón le prohibió residir en los alrededores de París. Sin embargo, en 1811, la Academia Francesa lo admitió entre sus miembros, elogiando su Itinerario. Su vida política comenzó a la caída del imperio. Nombrado par de Francia, embajador no residente en Suecia y, más tarde, ministro del Interior, fue destituido en 1815; entró en la oposición ultramonárquica y hasta 1820 publicó artículos políticos muy polémicos en El Conservador. Con la Restauración, entre 1820 y 1824, obtuvo sucesivamente los puestos de embajador plenipotenciario en Berlín, embajador en Londres y comisionado en el congreso de Verona. Como ministro de Asuntos Exteriores, organizó la expedición de los Cien Mil Hijos de San Luis, pero Villèle lo destituyó en 1824.
Sin reconocer nunca la legitimidad de Luis Felipe de Orleans, pronunció su último discurso en la Cámara de los Pares en agosto de 1830 y se refugió en una vida de escritor independiente. Fiel a los Borbones, compuso todavía algunos panfletos edificantes, como ¡Madame, su hijo es mi rey! y visitó al rey, exiliado en Praga. Vivió durante los últimos años de su vida gracias a las rentas que le proporcionó su obra maestra, Memorias de ultratumba
(Alphonse de Brédenbec de Châteaubriant; Rennes, 1877-Kitzbühel, 1951) Escritor francés. Es autor de novelas como Monsieur des Lourdines (1911), ganadora del premio Goncourt. Durante la ocupación alemana, dirigió el grupo Collaboration y el semanario La Gerbe. Huyó al entrar las tropas aliadas en París. En 1945 fue condenado a muerte en rebeldía