Dirigente de la germanía del reino de Mallorca. Tomó diversas medidas para evitar el hambre, regularizar la administración de justicia y los impuestos. Fue derrotado por el ejército aristocrático en la batalla de Rafalgares (1522); refugiado en la ciudad de Palma, no le fue respetada la promesa de perdón concedida y murió ejecutado
(Jerez de la Frontera, 1851 - Madrid, 1914) Escritor y religioso jesuita español. Inició sus estudios en la Escuela Naval Preparatoria (1863) y luego cursó Derecho en Sevilla. Se trasladó posteriormente a Madrid, donde empezó a frecuentar las tertulias elegantes, en las cuales reunió elementos que después habrían de servirle para la creación de su obra literaria. Aun cuando abogado, no ejerció la profesión; colaboró, en cambio, en dos periódicos de Madrid y se hizo propagandista de la restauración borbónica.
Un incidente casi mortal, una grave herida en el pecho a causa de habérsele disparado el revólver que limpiaba, afianzó su decisión de hacerse jesuita; y así, en 1873 ingresó en el seminario de Poyanne y el año siguiente era ordenado sacerdote. Sin embargo, no por ello abandonó el periodismo: lo mismo que el libro, el periódico le servía no tanto para divertir como para aleccionar al público.
En su producción literaria pasó del costumbrismo de las Lecturas recreativas (1887) a la sátira social de Pequeñeces (1891), novela cuya aparición provocó gran revuelo, por cuanto su descripción de un mundo lleno de vicios y vergonzosas debilidades fue considerada una crítica personal; durante quince días el Heraldo de Madrid estuvo publicando juicios y erróneas interpretaciones que molestaron al autor.
A pesar de la oposición de ciertos sectores conservadores, adoptó las técnicas naturalistas en la línea de E. Zola, que defendía el objetivismo del autor y el determinismo de la conducta de los personajes, aunque matizadas por algunos recursos propuestos por P. Bourget que alentaban a la indagación psicológica de éstos. La citada Pequeñeces (1890-1891), en la que llevó a cabo una virulenta crítica de la sociedad madrileña y, especialmente, de la aristocracia de la Restauración, es su obra más popular.
También reflejó un moralismo militante en otras novelas y cuentos, como Retratos de antaño (1895), La reina mártir (1902), novela en la que exalta la figura de María Estuardo, y, entre otras, Jeromín (1905-1907), en la que recrea la vida de Juan de Austria. Interesantes son también los Recuerdos de Fernán Caballero, la autora amiga a quien Coloma imitara al principio, aun cuando sin igualar jamás su vigor. Muchos de sus títulos fueron traducidos a varias lenguas, y algunos pasaron posteriormente al cine en época de Franco. En 1908 ingresó en la Real Academia Española; su discurso de ingreso versó sobre el Padre Isla