Poeta y dramaturgo francés. Colaboró en el primer Parnasse (1866), y aquel año también inició su producción poética con El relicario. Luego siempre fue en el fondo un parnasiano prosaico, cantor, en correctos y aun bellos versos, de las existencias mediocres. Este gusto sencillo y pequeño burgués, tendente a expresar en elevadas formas poéticas la vida de los pobres y la "epopeya de lo cotidiano", mereció la aprobación del público e incluso el aprecio de eminentes literatos como Anatole France.
Notable éxito lograron Intimidades (1868), Los humildes (1872) y Arrière saison (1887). Pero mucho mejor fue la acogida dispensada a sus obras teatrales, como El caminante (1869), texto al que luego puso música Mascagni (Zanetto), y Le luthier de Crémone (1876). Entre sus novelas destaca El culpable (1896). Dejó, además, algunas memorias (La Bonne Souffrance, 1898), en las que marca su retorno a la fe
(Lanuvium, 161-Roma, 192) Emperador romano (180-192). Hijo y sucesor de Marco Aurelio. Vanidoso y libertino, gobernó de modo despótico y abandonó los asuntos de Estado en manos de corruptos favoritos. Su megalomanía le condujo a promulgar un decreto deificándose con el nombre de Hercules Romanus. Arruinó el tesoro por sus continuas fiestas y prodigalidades. Sufrió numerosos atentados y finalmente fue estrangulado