Actor de cine mexicano. Su especialidad eran personajes atormentados que, con frecuencia, se hundían en la locura. Su apostura y rebuscada elegancia lo hicieron célebre. Comenzó su carrera profesional como periodista y llegó a ser subdirector de la agencia de noticias United Press en Santiago de Chile.
Su carrera cinematográfica se inició en 1935 con Celos, película mexicana dirigida por el emigrante ruso Arcady Boytler que fue uno de los éxitos de taquilla de aquel año. Intervino en otras películas de menor relieve en los años siguientes, entre las que destaca La Zandunga (1937), de Fernando de Fuentes, al lado de Lupe Vélez, y otros títulos desiguales dirigidos por Chano Urueta -que le ofrece el primer papel principal en La noche de los mayas (1939)-, Gabriel Soria o Miguel Contreras Torres. En los últimos años de la década su imagen se fue consolidando entre el público
La expansión del cine mexicano por Latinoamérica favoreció el éxito de algunos de los rostros que comienzan a despuntar en los años cuarenta. Así, tras comedias de Alfonso Patiño, Rolando Aguilar, vino el éxito popular de ¡Ay, qué tiempos, señor don Simón! (1941), de Julio Bracho. Después de interpretar el pael de Edmundo Dantés en El conde de Montecristo (1941), de Chano Urueta, fue llamado a Hollywood
A partir de este momento, alternará su trabajo en México con un contrato con la Paramount para trabajar en Por quien doblan las campanas (1943), de Sam Wood, Hostages (1943), de Frank Tuttle, y La rubia de los cabellos de fuego (1945), de George Marshall. Tras interpretar en su país al psicópata de Crepúsculo (1944), de Julio Bracho, recupera su imagen de latin lover en otras producciones Paramount como El pirata y la dama (1944) y Masquerade in Mexico (1945), ambas de Mitchell Leisen, y Donde nacen los héroes (1945), de Irving Pichel. En estos años es, sin duda, uno de los galanes cinematográficos hispanos más solicitados por las mujeres
En el segundo lustro de los cuarenta participa en comedias y melodramas de todo tipo, firmadas por Fernando de Fuentes, Gilberto Martínez Solares o Roberto Gavaldón, además de intervenir en varias películas argentinas como Dios se lo pague (1947), de Luis César Amadori, o Yo no elegí mi vida (1949), de Antonio Momplet, y una venezolana, La balandra Isabel llegó esta tarde (1949), de Carlos Hugo Christensen. El tono medio es flojo, aunque Arturo de Córdova se rodea siempre de repartos femeninos que respiran belleza, al tiempo que sus canosas sienes se han convertido en una marca personal e intransferible
Los años cincuenta van a estar dominados por el interesante papel que interpreta en la película En la palma de la mano (1950), de Roberto Gavaldón (por el que recibe un Ariel a la mejor interpretación masculina), los melodramas de Julio Bracho y, especialmente, por el papel de Francisco Galván de Montemayor en la película de Luis Buñuel Él (1952), en el que asume muchos de los conflictos temáticos que han dominado la obra del director español.
Recibe otro Ariel por su trabajo en Las tres perfectas casadas (1952), de Roberto Gavaldón, y comparte relación en pantalla en diversas ocasiones con Libertad Lamarque, Marga López, Silvia Pinal y María Félix, con quienes interpreta todo tipo de matrimonios en los que siempre pasa de todo y que resultan del interés popular. Fue actor asiduo en varias películas de Tulio Demicheli; precisamente por su trabajo en la película Feliz año, amor mío (1955), recibió otro Ariel. Intervino en Brasil en dos películas de Carlos Hugo Christensen (Mos sangrentes y Leonora dos sete mares, 1955) y en España trabajó en Los peces rojos (1955), de José Antonio Nieves Conde, en un interesante papel al lado de Emma Penella. A partir de finales de los cincuenta tuvo unos años muy prolíficos en actuaciones, pero se confirmó el declive de su trayectoria artística
(Córdoba, 1422-principios del s. XVI) Erudito español. Doctor en teología y en medicina, polemista bien visto por el papado, fue acusado de hechicería por la Universidad de París. Se le atribuyen los Comentarios al Almagesto de Ptolomeo (1478), formulario quirúrgico