Político francés, presidente de la república entre 1953 y 1959. Hijo de dos profesores con honda raigambre republicana, estudió Filosofía y Derecho en la Universidad de Caen y se especializó en Derecho marítimo. Tras licenciarse en 1902, comenzó a ejercer la abogacía en su ciudad natal. Inició su carrera política apadrinado por el diputado regional Jules Siegfied en 1907, al entrar a formar parte del consejo municipal de Le Havre. Fue movilizado por el ejército francés durante la I Guerra Mundial.
En 1923 fue elegido por primera vez como diputado nacional, cargo desde el que apoyó la reforma de la Constitución. Se sumó a las peticiones de la izquierda republicana en las que se reclamaban reformas en la marina mercante y el gobierno. Ocupó en diciembre de 1930 la subsecretaria de interior de forma provisional. En 1935 pasó a ocupar un escaño en el Senado, donde votó en 1940 a favor de la ley que concedía plenos poderes al mariscal Petain para que negociara con los alemanes. Se retiró de la vida pública durante la ocupación alemana y se negó a apoyar al gobierno colaboracionista de Vichy.
Tras la guerra, fue elegido miembro de la Asamblea Constituyente encargada de la elaboración de una Nueva Constitución, en contra de la cual votó. Al proclamarse la IV República en 1946, pasó a ocupar un escaño en la Asamblea Nacional. Ejerció brevemente la cartera de Reconstrucción y Asuntos Urbanos en el gobierno de Robert Schuman. Fue elegido como senador en 1948, y un año más tarde fue nombrado vicepresidente de la Cámara, cargo en el que permaneció hasta su elección como presidente.
Desde el Senado presentó numerosas propuestas para reformar la constitución, lo que quedó reflejado en numerosos informes. En uno de ellos, realizado en noviembre de 1950, criticaba con dureza a la Asamblea Nacional, a la que acusaba de omnipotente y de asumir los poderes del ejecutivo. También propuso que se restableciera al presidente la posibilidad de disolver la Asamblea y que se llevaran a cabo diversas reformas administrativas.
Cuando acabó el mandato del presidente de la República Auriol, los Miembros de la Asamblea y del Senado se reunieron en Versalles, el 17 de diciembre de 1953, para elegir sucesor. El 23 de diciembre Coty fue elegido presidente de Francia en la 13ª votación con 477 votos, 41 más de los necesarios, frente a los 399 sufragios que recibió su rival, el socialista Marcel-Edmond Naegelen. Su elección resultó una sorpresa, ya que no se encontraba entre los favoritos para ocupar el cargo, como mostraba el hecho de que su candidatura no fuera presentada hasta la 11ª votación, merced a un compromiso de gaullistas y demócratas cristianos.
Coty era casi un desconocido para la opinión pública, aunque era muy estimado por los parlamentarios, entre los cuales nunca se había ganado enemigos. Poco después de su elección se produjo la muerte de su esposa. Coty imprimió un estilo personal a la política francesa, y al contrario que su antecesor en el cargo, era partidario de una política no obstruccionista. En su discurso de toma de posesión se manifestó partidario de respetar la opinión de la mayoría.
Sin embargo, no pudo poner freno a la crisis política que sufría la IV República, en la que los gobiernos se sucedían con extrema rapidez: entre principios de 1954 y mayo de 1958 se formaron ocho gabinetes diferentes. Durante su mandato hubo 127 días en los que Francia estuvo sin gobierno. Antes de proponer el nombramiento de un primer ministro, consultaba a todas las fuerzas políticas, tanto al que había causado la crisis como el que se encargaba de prolongarla y, tras ello, proponía al candidato que tenía posibilidad de resultar elegido.
Uno de sus principales objetivos era conseguir la reforma del poder ejecutivo, ya que pensaba que un régimen no podía mantenerse por sí mismo a menos que fuera capaz de reformarse; pero, a pesar de ello, evitó utilizar los poderes ejecutivos que le confería la Constitución, y prefirió permanecer neutral en las continuas crisis. A finales de noviembre logró que se aprobase una reforma constitucional, en la que quedaba abolido el sistema de investidura; a partir de entonces, los ministros, para su aprobación legislativa, sólo necesitaban la mayoría relativa.
El 30 de noviembre de 1955, tras la caída del gabinete de Edgar Faure, decretó la primera disolución de la Asamblea Nacional en 80 años. Las elecciones legislativas de 1956 dieron la victoria a la izquierda, por lo que Coty encargó formar gobierno al líder del partido socialista, Guy Mollet. La situación se agravó en Argelia, colonia francesa a la que la mayoría de los ciudadanos eran partidarios de conceder la independencia, y en la que grupos de ultraderecha y ciertos sectores del ejército, encabezados por Sakan y Maggu, amenazaban con sublevarse.
La situación parecía derivar hacia una situación de preguerra civil; para tratar de encontrar una solución, Coty no dudó en solicitar la ayuda del general De Gaulle, con el fin de que tratase de apaciguar la situación. El general exigió para aceptar el cargo la concesión de plenos poderes y la adopción de una nueva Constitución. La decisión de elegir a De Gaulle como primer ministro, partidario de la negociación con los independentistas argelinos, provocó una revuelta en Argelia apoyada por el ejército. El presidente, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, conminó a los militares a deponer su actitud. De Gaulle, que aceptó el 26 de mayo formar gobierno, se negó a tomar posesión de su cargo ante la Asamblea Nacional.
Coty se vio obligado a amenazar con presentar su dimisión en caso de que no se otorgase el poder al líder del Movimiento Popular Republicano. El presidente de la Cámara, Millerand, dio un plazo de 48 horas para encontrar una solución, plazo durante el cual el presidente de la República comenzó a discutir con todos los grupos políticos el programa que iba a aplicar el general. Las circustancias políticas obligaron a todos los partidos a aceptar el nombramiento de De Gaulle, y por primera vez en la historia de la República de Francia un primer ministro era nombrado directamente por el jefe de Estado. Coty trasmitió sus poderes a De Gaulle el 8 de enero de 1959, con lo que quedaba proclamada la V República. Coty pasó a formar parte del Consejo Constitucional.
(Pierre Coubertin, barón de Coubertin) Historiador y pedagogo francés que creó los Juegos Olímpicos de la era moderna (París, 1863 - Ginebra, 1937). Su doble dedicación le hizo concebir la idea de restaurar los Juegos Olímpicos que se celebraban en la antigua Grecia, para fomentar el deporte a escala mundial con fines educativos. Con estos certámenes, limitados a deportistas aficionados, pretendía impulsar las relaciones pacíficas y constructivas entre las naciones, fomentando un espíritu de superación personal, juego limpio y sana competencia (el «espíritu olímpico»).
En 1888 proclamó en la Universidad de la Sorbona la restauración de los Juegos Olímpicos, cuya primera edición moderna se celebraría en 1896 en Atenas, para enlazar simbólicamente con las raíces griegas. Creó el Comité Olímpico Internacional, del que fue segundo presidente (1906), tras ceder una primera presidencia honorífica a un griego. Coubertin reglamentó los juegos y presidió la organización de las Olimpiadas de París (1900), San Luis (1904), Londres (1908) y Estocolmo (1912).
Coincidiendo con el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914), que interrumpió la celebración de los Juegos cada cuatro años, diseñó la bandera olímpica con los cinco aros enlazados (símbolo de la fraternidad entre los cinco continentes). En 1925 dimitió, al haberse arruinado donando toda su fortuna al «movimiento olímpico» y no poder seguir apoyándolo financieramente