Poeta puertorriqueño. Hijo de un maestro, estudió primaria en el Colegio de los Jesuitas de Santurce y secundaria en el Instituto Civil de la misma localidad.
Cursó la carrera de Magisterio y en 1890 fundó una Escuela de enseñanza básica y superior en Bayamón, en la que ejerció la profesión de docente hasta finales del siglo XIX. Fue alcalde de la ciudad de Bayamón y cofundador en 1909, junto a Dueño Colón, del semanario Chantecler. Su hijo José Antonio Dávila (1898-1941) fue igualmente un ilustre escritor lírico
En 1903 vio la luz su primer libro de poemas, llamado Patria, un conjunto de retratos líricos de destacadas personalidades del arte y la cultura puertorriqueña, como José de Diego, Federico Degetau o Lola Rodríguez de Tió, del paisaje de la isla y de exaltación romántica del amor. En 1904 fue uno de los escritores que puso letra a los Cantos Escolares de Braulio Dueño Colón
En su segunda obra, Viviendo y amando (1912), se advierte ya la influencia modernista ejercida por la poesía de Rubén Darío, en especial en cuanto a las formas, y la continuidad en la temática autóctona (La jibarita, Acuarela...). En 1916 publicó Aromas del terruño y al año siguiente Pueblito de antes, quizá sus dos obras más conocidas e impregnadas de costumbrismo local, pero al mismo tiempo plenamente modernistas en el lenguaje y el aspecto formal. En 1928 publicó Un libro para mis nietos, en el que puso de manifiesto su capacidad para escribir poesía dirigida al lector infantil
Virgilio Dávila está considerado uno de los principales representantes de la corriente literaria modernista en su país, aunque también "bebió" del romanticismo de Víctor Hugo y del mexicano Díaz Mirón. En todo caso, Dávila siempre mantuvo un estilo propio basado en la sencillez, mostró en sus poemas una honda sensibilidad por la cultura nativa e introdujo el elemento jíbaro en forma de cuadros costumbristas que describen paisajes y personajes de Puerto Rico
(Los Ángeles, Biobío, 1887-Washington, 1955) Político chileno. Tras ser embajador en EE UU (1927-1931), el 4 de junio de 1932 figuró en la junta que gobernó durante la llamada «República socialista», y cuatro días más tarde asumió la presidencia provisional, inaugurando los denominados 100 días de Dávila. Fue obligado a dimitir el 13 de setiembre. Al final de su vida fue secretario general de la OEA (Organización de Estados Americanos)