Escritor alemán. Hijo de un fotógrafo, se dedicó ya desde joven a la pintura y empezó muy pronto a componer versos. De espíritu inquieto a pesar de un carácter soñador y sosegado, vagó por Europa, recorrió Escandinavia y permaneció durante muchos meses en un pueblo de Suecia, donde, por su desconocimiento del lenguaje, vivió solitario, entregado a la redacción de su primer libro de poesías, Ultra-Violett, con el cual habría de alcanzar la fama.
Su impresionismo poético, no libre de cierta inclinación al símbolo, intentó reaccionar contra la poética del naturalismo, que, con sus problemas sociales, predominaba por aquel entonces en Alemania; la novedad de Max Dauthendey consistía en una singular visión colorista del paisaje, la variedad de las sensaciones y el dominio de los sentidos.
A partir de 1898 se dedicó exclusivamente a la literatura; aparecieron así una novela, cuatro dramas y algunos pequeños poemas, todos ellos obras de exaltación sensitiva o expresión de un criterio estático de la vida. El exotismo había de constituir la solución natural de sus gustos artísticos y el desahogo práctico de su afán de viajar. En 1906 dio la vuelta al mundo y se detuvo particularmente en América y el Japón. Entre 1907 y 1911 escribió mucho, y compuso cuatro colecciones de poesías, un drama sobre Catalina II, Juegos de una emperatriz, dos colecciones de cuentos de ambiente asiático (Novelas cortas) y una novela de argumento mexicano. Mientras tanto había contraído un feliz matrimonio.
Sin embargo, su pasión por los viajes le lleva, poco antes de la primera Guerra Mundial, a Nueva Guinea: desde allí, y para no caer prisionero de los ingleses, marcha a las Indias Holandesas, primeramente a Sumatra y luego a Java, entre inútiles intentos de ser repatriado a través de América. Y así empezó a escribir cartas, narraciones y páginas de diario (con acuarelas) llenas de nostalgia por su país y su esposa, a la que guardó una casta fidelidad.
Fatigado y consumido por la violencia de sus sentimientos, murió en tierra extraña, víctima de la extrema sensibilidad que constituía el motivo más típico de su obra lírica. La influencia que ejerció sobre la generación siguiente por la novedad de su lenguaje poético y la fascinación del mundo exótico fue acaso superior al mérito artístico efectivo de sus textos, excesivamente desiguales a pesar de ciertos matices melódicos de estilo y de su instinto innato de poeta genuino
(Guéret, 1877-París, 1955) Lingüista francés. Es autor, entre otras obras, de Historia de la lengua francesa (1938), Diccionario etimológico de la lengua francesa (1938) y Diccionario etimológico de los nombres y apellidos de Francia (1951)