Tirano de Siracusa (405-367). Instauró un Gobierno autocrático y centralista, pero popular, que eliminó las aspiraciones democráticas del Partido Ateniense. Liberó gran cantidad de esclavos y reorganizó el ejército y la flota, que adaptó a las nuevas técnicas militares y convirtió en un instrumento de su política expansionista. Estableció la preponderancia de Siracusa en el Mediterráneo central y occidental, y organizó un sólido Estado en la parte oriental de Sicilia. Aliado con los espartanos, intervino en las guerras contra Atenas
(367 a.J.C.- 344) Hijo y sucesor de Dionisio I el Viejo. Al principio confió el gobierno a su cuñado Dión, pero más tarde le obligó a exiliarse y a vender sus bienes (360). Sin embargo, Dión, apoyado por Esparta y otras ciudades de Grecia, tomó la ciudadela de Ortigia y logró apoderarse de Siracusa (356). Dionisio tuvo que retirarse entonces a Locros. Tras el asesinato de Dión (354), intentó volver a Siracusa, pero la mayoría de ciudades se negaron a reconocerlo