Bailarín y coreógrafo español. En 1979 ingresó en el Ballet Nacional español, dirigido a la sazón por Víctor Ullate, y dos años más tarde entró a formar parte del Teatro Nacional de La Haya. En 1983 realizó su primer ballet, Jardí tancat, con música de María del Mar Bonet. Ha trabajado con M. Béjart, A. Ailey y J. Kylian. De 1990 a 1997 fue director artístico y de coreografía del ballet del Teatro Lírico Nacional. Como coreógrafo cabe citar sus últimos trabajos: Remansos, estrenada en Nueva York por el American Ballet (1997) y Romeo y Julieta (1998)
(Uhrowec, Eslovaquia, 1921-Praga, 1992) Político eslovaco. Entre 1955 y 1958 estudió en la Escuela Superior Política de Moscú. A su regreso a Checoslovaquia fue elegido miembro del comité central del Partido Comunista y, en 1968, primer secretario del mismo. Su elección no estuvo motivada por una voluntad reformista, sino por el intento de perpetuar el régimen con un simple cambio de formas. Lo que cambió, sin embargo, fue el partido, al que renovó por completo, así como los postulados políticos que había seguido hasta la fecha.
Tras su llegada al poder se convirtió en abanderado de la denominada «Primavera de Praga», movimiento político de tendencias progresistas que empezó a fraguarse a finales de 1964. Sus principales líneas de actuación tenían como meta la consecución de un «socialismo con rostro humano», del que se derivaba un alejamiento de las directrices políticas y económicas impuestas desde Moscú y un sistema que garantizara las libertades individuales, al tiempo que potenciase un desarrollo económico que fuera capaz de situar al país entre las sociedades industrializadas más avanzadas.
Dicha política, que consiguió ganarse el apoyo de la población y la admiración de los líderes comunistas occidentales, chocó frontalmente con la voluntad soviética, cuyos dirigentes temieron que pudiera ir demasiado lejos y despertar similares esperanzas en los países vecinos. Ello motivó la intervención militar de Moscú, cuyas tropas ocuparon Praga en agosto de 1968 con intención de restablecer el orden en las calles y la ortodoxia en el partido.
Dubcek, detenido y encarcelado, se vio obligado a firmar un tratado por el que se comprometía a dar marcha atrás en las reformas emprendidas. Poco después fue relevado de su cargo y, en marzo de 1970, excluido del partido. Posteriormente se le obligó a aceptar un puesto de trabajo en la empresa Bosques del Estado de Eslovaquia Occidental, en la que pasó veinte años. Regresó a la escena política en 1989, fecha en la que la caída del régimen comunista propició su nombramiento como presidente de la Asamblea Parlamentaria