Rey de los anglosajones (975-978). Sucedió a su padre, Alfredo el Grande, e hizo retroceder a los daneses hasta el Humber (910)
(Westminster, 1239-Burgh-on-Sands, cercanías de Carlisle, 1307) Rey de Inglaterra (1272-1307). Sucedió a su padre Enrique III. Intentó reforzar el poder real, que había sido debilitado por los barones y por el Parlamento en el reinado anterior. En 1282 sometió el país de Gales, pero en 1296 sus intentos de conquistar Escocia resultaron vanos. Las elevadas imposiciones fiscales fueron consecuencia directa de esa política belicista. Como contrapartida, tuvo que reforzar el poder del Parlamento