Director cinematográfico francés. Se trasladó muy joven a Friburgo (Suiza) y posteriormente a Francia.
Al mismo tiempo que estudiaba Medicina en Universidad de Lyon, entró en contacto con las vanguardias artísticas del París de entreguerra y conoció a algunos de los más importantes directores de la primera vanguardia realista, como Louis Delluc, Marcel L´Herbier y Germaine Dulac.
Dentro de este ambiente artístico, Epstein comenzó a escribir sobre cine y se convirtió en uno de los primeros teóricos de este arte. A lo largo de su vida escribió más de once volúmenes e innumerables colaboraciones en revistas. "Lo que distingue al cine -escribe- es que a través de los cuerpos impresiona los pensamientos". Fundó la revista literaria Promenois y Bonjour, cinema!, una de las primeras revistas dedicadas al cine de la historia. Autor de numerosos ensayos y de varias novelas que fueron apareciendo desde los años veinte, entró en contacto con miembros del movimiento surrealista como André Breton y, sobre todo, con Luis Buñuel, que trabajó como ayudante de dirección de Epstein en un buen número de películas antes de debutar con El perro andaluz (1929)
Epstein debutó como director con Pasteur (1922), biografía del inventor de la penicilina producida por el también debutante Jean Benoit-Lévy con motivo del centenario del sabio francés. Desde sus primeros trabajos se puso de manifiesto una tendencia presente en todo su cine y muy común entre los directores de vanguardia. Frente a películas convencionales que dirigió dentro de la industria de la época, Epstein realizó otros filmes más personales y arriesgados donde puso en escena todos sus postulados teóricos, que constituyen lo mejor de su obra. En ellos se manifiesta el verdadero Epstein.
Entre sus películas más "comerciales" destaca El león de Mongolia (1924), para la productora De Montreuil, un pequeño estudio creado por el productor ruso Ermolieff exiliado en Vincennes, a las afueras de París, en la que tuvo la oportunidad de dirigir al gran actor ruso Ivan Mousjoukin. Desde sus primeras películas, como en L´auberge rouge (1923), mostró un gran interés por las obras de autores franceses y extranjeros.
La obra maestra de Epstein y su película más conocida es El hundimiento de la casa Usher (1928), adaptación de la historia homónima de Edgar Allan Poe. Una de las cumbres de la primera vanguardia francesa, su estilo onírico y opresivo se adapta a la perfección al espíritu de las narraciones de Poe. Un hombre visita a su amigo Roderick Usher y le encuentra pintando un retrato de su esposa moribunda. Durante una noche de tormenta la mujer muere. La paulatina caída del protagonista en la locura y la obsesión por su recientemente fallecida esposa se refleja en la impresionante puesta en escena empleada por Epstein. Enterrada en el panteón de la casa Usher, Madeleine vuelve de la muerte para ayudar a su esposo y evitar que corra la misma suerte que la fantasmagórica mansión durante otra noche de tormenta. Su peculiar estilo está influido notablemente por la corriente expresionista alemana
El hundimiento de la casa Usher (1928)
Entre lo mejor de su obra se encuentra La glace à trois faces (1927), basada en la novela de Paul Morand L´europe galante, en la que narra la triple historia de amor de un joven millonario contada desde los tres puntos de vista de sus tres amantes. Con Finis Terrae (1929) se adelanta más de quince años a los neorrealistas italianos, concretamente a Paisá (1946), de Roberto Rossellini, y utiliza como protagonistas a pescadores y campesinos bretones. En los últimos años de su carrera Epstein redujo considerablemente su actividad cinematográfica y se centró en su actividad teórica
(Estrasburgo, 1752-Passy,1831) Fabricante de pianos francés. Entre los perfeccionamientos que añadió al piano destacan el escape simple y el escape doble. En el arpa introdujo el pedal de doble acción. Su obra fue continuada por su sobrino Pierre Erard