Hermano de Escipión el Africano, al que acompañó en sus campañas. En 190 fue nombrado cónsul y dirigió la guerra contra Antíoco III Megas, en la que obtuvo el triunfo y tras la que recibió el apodo de Asiático
( Publio Cornelio Escipión Emiliano, llamado Africano el Menor o Numantino; ?, 185 a.C.-?, 129 a.C.) Militar romano. Hijo de Paulo Emilio, adoptado por Publio Cornelio Escipión, el Africano, se educó en un ambiente helenístico y fue amigo de Polibio. En el 151 a.C. participó en las campañas en Hispania de Galba y Lúculo, como lugarteniente de este último, y se distinguió en las guerras contra las tribus celtíberas de la Meseta.
Iniciada la Tercera Guerra Púnica contra Cartago, Escipión Emiliano se trasladó a África como tribuno militar, pero fue requerido para resolver un conflicto sucesorio en el reino de Numidia, muy ligado por la amistad del viejo rey Masinisa con los Escipiones. Habiendo solucionado el problema, marchó sobre Cartago para reforzar el asedio de la ciudad con tropas númidas. En esta acción, Escipión Emiliano tuvo un papel muy destacado, sobre todo ante la escasa efectividad de los cónsules encargados del asedio.
En el 147 a.C. le fue concedido el consulado, así como el mando de las fuerzas encargadas de tomar Cartago. Restableció la disciplina entre las tropas, y gracias a sus grandes conocimientos de la poliercética, el arte del asedio, consiguió estrechar el cerco sobre la capital púnica. Lenta pero metódicamente, los romanos asaltaron, uno tras otro, los barrios de Cartago hasta apoderarse de toda la ciudad, que fue finalmente pasto de las llamas.
Trasladado a Hispania se dedicó a someter a las tribus celtíberas que tantos quebraderos de cabeza estaban dando a Roma. Lo mismo que en Cartago, procedió primero a reorganizar las legiones, para lo cual utilizó los métodos más duros. A continuación avanzó contra Numancia, el foco principal de la resistencia antirromana, y la sometió a un cruel asedio (134-133 a.C.) tras cercarla con una doble empalizada, para impedir tanto las salidas de la guarnición como la llegada de refuerzos. De esta manera, la ciudad fue rendida por hambre, lo cual le valió que le fuese concedido el triunfo a su vuelta a Roma. En su actividad política se opuso a los repartos de tierras a la plebe. Murió asesinado en su propio lecho