Astrónomo, geógrafo, matemático y filósofo griego, una de las figuras más eminentes del gran siglo de la ciencia griega: el de Euclides, Arquímedes y Apolonio. Once años menor que Arquímedes, mantuvo con éste relaciones de amistad y correspondencia científica. Cultivó no sólo las ciencias, sino también la poesía, la filología y la filosofía, por lo que fue llamado por sus coetáneos "pentatleta", o sea campeón de muchas especialidades.
Vivió en Atenas hasta que fue llamado a Alejandría (245 a.J.C.) para educar a los hijos de Tolomeo III y para dirigir la biblioteca de la ciudad. Fue célebre en matemáticas por la criba que lleva su nombre, utilizada para hallar los números primos, y por su mesolabio, instrumento de cálculo usado para resolver la media proporcional. Consideró tan importante la invención del mesolabio que regaló un ejemplar de él a un templo como ofrenda votiva, con un texto en verso que explicaba su utilidad.
Pero Eratóstenes es particularmente recordado por haber establecido por primera vez la longitud de la circunferencia de la Tierra (252.000 estadios, equivalentes a 40.000 kilómetros) con un error de sólo 90 kilómetros respecto a las estimaciones actuales.
Eratóstenes sabía que, cuando en la ciudad egipcia de Siene (actual Asuán), el Sol llegaba su punto más alto (mediodía), se encontraba en la vertical del observador. Y observó que en Alejandría, ciudad situada a mayor latitud, el Sol formaba un ángulo de aproximadamente 70º con la vertical cuando se encontraba en su punto más alto. Valiéndose de la distancia existente entre Siene y Alejandría, estimó que la circunferencia de la Tierra superaba en 70 veces tal longitud y dedujo fácilmente su medida mediante una cualificada ecuación
También calculó la oblicuidad de la eclíptica por medio de la observación de las diferencias existentes entre las altitudes del Sol durante los solsticios de verano e invierno, y además elaboró el primer mapa del mundo basado en meridianos de longitud y paralelos de latitud. Al final de su vida se quedó ciego, lo que le llevó al suicidio ante la imposibilidad de proseguir con sus lecturas
(Llamada la Monja Alférez; San Sebastián, España, 1592-Veracruz, actual México, 1635) Aventurera española. Nacida en un hogar de familia noble, que pretendió consagrarla a la vida religiosa, ingresó en un convento dominico siendo adolescente. Su afán aventurero, que la llevaría a ser conocida como la Monja Alférez, hizo que se escapara en 1607.
Disfrazada de hombre, se enroló como grumete en un barco que partía rumbo a América. Una vez allí, se distinguió por su arrojo en la lucha contra los araucanos en Chile, lo que le valió alcanzar el grado de alférez. Nadie descubrió que era una mujer hasta que, en 1624, ella misma lo confesó tras ser gravemente herida en un duelo. Enviada a España para su restablecimiento, Felipe IV recompensó sus valerosas acciones con una pensión y el papa Urbano VIII la recibió complacido.
Años más tarde regresó a América, adoptando de nuevo una identidad masculina, y desapareció al desembarcar en Veracruz. Se conoce una autobiografía titulada Historia de la Monja Alférez Doña Catalina de Erauso, escrita por ella misma, que algunos han considerado apócrifa