Militar español de origen francés. Partidario del absolutismo, se opuso al régimen constitucional y recabó la ayuda de la Santa Alianza. Reprimió la revuelta de los agraviados en Cataluña (1827). Tomó el mando de las fuerzas carlistas en Cataluña tras la muerte de Fernando VII. Destituido del cargo, fue asesinado por sus partidarios cuando regresaba a Francia
Militar e independentista venezolano (La Guaira, Vargas, 1761 – Caracas, 1799). Hombre de una amplia cultura, fue nombrado en 1793 Teniente Justicia Mayor de Macuto, cargo que le permitió dejar en libertad a Manuel Cortés, Juan Bautista Picornell y los hermanos Lax, españoles que habían sido enviados presos desde España a las bóvedas de La Guaira por sus ideas revolucionarias. José María España y otro coterráneo suyo, Manuel Gual, conspiraron con los citados reos para organizar un movimiento revolucionario, conocido posteriormente en la Historia como la "Conspiración de Gual y España".
José María España
Este movimiento, de gran repercusión en La Guaira, Caracas y otras poblaciones del país, fue considerado como uno de los más importantes proyectos independentistas de la América colonial, tanto por el número de participantes como por las revolucionarias propuestas que allí se hicieron. El plan, que fue descubierto por una delación, tuvo considerable influencia en el movimiento emancipador de Hispanoamérica, pues, entre sus postulados se destacaban los "derechos del hombre y del ciudadano con varias máximas republicanas y un discurso dirigido a los americanos".
España, junto con otros implicados, escapó a las Antillas, donde entró de nuevo en contacto con Gual; luego viajó a Barcelona y en 1799 regresó, secretamente, a La Guaira escondiéndose en su hogar, desde donde intentó organizar una sublevación de los esclavos negros de su propia hacienda de cacao de Naiguatá pero, denunciado por uno de sus esclavos, fue descubierto y hecho prisionero.
Se le trasladó a Caracas, donde fue juzgado y condenado a muerte por el delito de sedición. La sentencia disponía que se le cortara la cabeza y que su cuerpo fuera descuartizado; que la primera, encerrada en una jaula de hierro, fuera exhibida en La Guaira, y el resto de su cuerpo en otros lugares. Así se hizo